NACE LA MARCA CUPRA
Cupra existe en Seat desde 1996. Ahora, a los 22 años, abandona el hogar familiar para intentar vivir de manera independiente, aunque “papá” Seat y el "abuelo" Grupo VW van a seguir estando siempre ahí para lo que se los necesite…
Cupra pasa a ser una marca con identidad propia dentro de Seat y exclusiva para coches de altas prestaciones.
¿EXISTIRÍA CUPRA COMO MARCA SIN
Luca de Meo?, pregunto a diferentes responsables de Seat con los que me encuentro en la puesta de largo de una nueva marca española -no sucedía algo así en nuestro país desde el nacimiento, curiosamente, de Seat en 1950-. Piensan, sonríen y responden: No. El presidente de Seat es el artífice de una iniciativa que se suma a los natalicios de los últimos años con DS, Alpine, Polestar…, pero también es cierto que todo ha sido más fácil jugando con el viento a favor de unas ventas mundiales de 468.400 unidades el pasado año, y sobre todo de un espectacular crecimiento de las matriculaciones de la marca del 46 por ciento en los últimos cinco años.
Ahora Cupra pasa a ser una marca con identidad propia, dentro de Seat, pero exclusiva para coches de altas prestaciones y con el objetivo, como nos manifiesta Wayne Griffiths, vicepresidente comercial de Seat, de “multiplicar por dos las ventas de Cupra en los próximos 4-5 años” –se han vendido 60.000 Cupra desde 1996-. Para ello se elegirá una red especial europea de 260 puntos de venta con exposición exclusiva Cupra.
Si preguntamos por Cupra y nuestro país, hasta noviembre no estarán preparados estos puntos de venta especiales y debería haber entre 30 y 50 en nuestro país –más o menos uno por provincia nos comenta el director de la marca en España, Mikel Palomera-. Con el nuevo efecto Cupra se pretenden doblar las ventas dentro del segmento compacto de más de 200 CV –se vendieron en nuestro mercado el año pasado 5.380 unidades, con un podio para León y 1.369 ventas, 897 Golf y 485 Mégane-,
apoyándose ya en el nuevo Ateca Cupra -si el director de la marca espera duplicar en nuestro país las ventas de Cupra, haz las cuentas...-.
ATECA, EL PRIMER CUPRA. Ateca Cupra no es un SUV compacto más, sino algo muy especial, un coche tan válido para disfrutar de grandes sensaciones en una carretera de montaña, e incluso en un circuito, como para acometer un viaje con confort. Exteriormente se distingue, no sólo por los nuevos logotipos. Así, encontramos una nueva parrilla en nido de abeja, que como las barras sobre el techo, carcasas de los espejos, marcos de las ventanillas, molduras laterales, difusores delantero y trasero o los flaps laterales del alerón del portón trasero están pintados en negro brillante. Los paragolpes más deportivos, pasos de rueda pintados en el mismo color de la carrocería, pinzas de freno con el logotipo Cupra, las llantas de 19” o las cuatro salidas de escape realzan su imagen deportiva.
El umbral de la puerta para acceder al habitáculo nos recibe con unas estriberas de aluminio en las que se ilumina la palabra Cupra. Entre las opciones habrá elementos para remarcar aún más su deportividad, como el «Paquete Performance», que incluye frenos
firmados por Brembo, u otros con elementos como el alerón posterior, las carcasas de los espejos o diversas molduras del habitáculo en fibra de carbono.
SUV compactos que alcancen o superen los 300 CV hay poquísimos —como Jaguar E-Pace, Mercedes GLA...—. En Cupra lo tenían claro, su Ateca debería alcanzar esta cifra. Para ello se ha recurrido al propulsor del Seat León Cupra R, con el 2.0 TSI de 300 CV. Pero en este caso, con la caja de cambios de doble embrague pilotado DSG de 7 velocidades en lugar de la de 6. La compacta DQ381 para motores posicionados transversalmente que también monta el Audi S3 con los embragues bañados en aceite y apta para modelos con tracción total. Y es que, como no podría ser de otra forma, este Cupra Ateca dispone de la última evolución de la tracción total 4Drive a través de embrague multidisco Haldex. Un sistema que analiza continuamente la velocidad del coche, la de cada rueda, el ángulo de giro del volante y el estilo o modo de conducción seleccionado para desviar el par de la forma más rápida y progresiva posible. Si lo máximo ahora mismo en gama Ateca son 40.000 euros para un motor de 190 CV, piensa en algo menos de 50.000 para el caballaje Cupra, adaptación mecánica y detalles de equipamiento exclusivos.