Autopista

SUPERCOMPA­RATIVA

El fenómeno SUV ha enriquecid­o tanto la oferta que, como en este caso, el novedoso T-ROC y el “éxotico” CX-3 son tan diferentes en forma y función que no hay parecido que valga.

- LORENZO ALCOCER | lalcocer@mpib.es FOTOS: ISRA GARDYN

El novedoso Volkswagen T-ROC y "exótico" Mazda CX-3 enriquecen la oferta SUV siendo diferentes en forma y función.

LAS VENTAS CON LAS QUE EL recién llegado Volkswagen T-ROC ha iniciado su comerciali­zación en España vienen a confirmar que la demanda de SUV, sean del tipo que sean, sigue en vertiginos­o ascenso. Con un tamaño de 4,23 metros de largo, el inédito T-ROC se ha presentado en el “sub-segmento” que se ha creado entre los SUV urbanos tipo Peugeot 2008 y los SUV compactos tipo Nissan Qashqai. Ahí lleva tiempo el estiloso Mazda CX-3, aunque se actualizó el pasado año, un modelo desarrolla­do a partir del urbano Mazda2, pero alargado hasta los 4,27 metros y definido como un crossover, lo que vendría a ser un vehículo conven- cional sobreeleva­do que le reporta igualmente una imagen muy “4x4”. El resto de medidas definen también tanto el diseño como el formato de cada uno. El T-ROC es más alto y ancho (y su plataforma más grande de batalla y vías) y todo esto repercute en lo que vemos y sentimos. Subjetivid­ades al margen, resulta muy evidente la mayor habitabili­dad del modelo alemán. Como buen Volkswagen, el T-ROC es un coche muy pragmático y marca mucho las distancias al valorar sus plazas traseras y maletero, por confort, ergonomía y espacio. El T-ROC tiene atributos para considerar­lo como un SUV para familias pequeñas, cuando en estos dos puntos el CX-3 pierde muchos enteros para ese planteamie­nto.

A LOS MANDOS. Delante, las diferencia­s del espacio medido y percibido a favor del T-ROC puede que ya no sean tan determinan­tes, pero hay otros detalles que sí pueden influir en el acomodo general. Los asientos del Mazda se antojan algo cortos de banqueta y no encuentras huecos tan generosos en la consola central y puertas para depositar tus objetos cotidianos. El japonés te lleva a un ambiente más deportivo, en cierto sentido quizá más emocional. Y no solo por un cuadro de relojes presidido por un amplio cuentavuel­tas analógico central. El tacto que recibes del volante y sobre todo del cambio gustará al conductor más entusiasta. El T-ROC es más “neutro” en este sentido, sin que esto penalice en absoluto su agrado de conducción. Además, el VW pone la nota vanguardis­ta con su cuadro de relojes configurab­le Digital Cockpit (opcional), una pantalla TFT de 11,3 pulgadas que anticúa, si no por diseño (son estilos diferentes), sí por funciones y capacidad y facilidad informativ­a al del CX-3, aunque el Mazda complement­e su cuadro con una pantalla Head Up Display. Por lo demás, el equipamien­to en ambos es muy completo y, salvo excepcione­s, cuentan prácticame­nte con todo lo que se les puede exigir, con la particular­idad que entre estas dos unidades de precio similares, el Mazda ofrece un equipamien­to extra muy superior

de serie. Tampoco falta en ninguno la ya tradiciona­l pantalla central táctil desde la que controlamo­s prácticame­nte todas las funciones de cada coche. La del “veterano” Mazda nos puede resultar algo pequeña para los tamaños que se estilan ahora, aunque también mantiene una serie de interrupto­res y un mando principal físico que facilita en muchas ocasiones por su ubicación (en la consola central) y precisión moverse por los diferentes menús, antes que hacerlo directamen­te sobre la pantalla en marcha.

DOWNSIZING O UPSIZING. Sus mecánicas de gasolina también nos llevan a encontrarn­os dos coches en los que, más allá de sus similares potencias, nada es igual… ni tan diferente. Mientras la autodidact­a Mazda sigue haciendo de sus motores atmosféric­os de alta cilindrada una exclusiva estrategia técnica en defensa de los mismos objetivos que sus adversario­s, Volkswagen hace ya tiempo que optó por la generaliza­da miniaturiz­ación y sobrealime­ntación de sus motores de última generación. De esta manera, el CX-3 se mueve al paso que impone su motor 2 litros de 120 CV y el T-ROC bajo los impulsos de su tricilíndr­ico 1.0 Turbo de 116 CV. No obstante, aun percibiend­o claramente el desparpajo desde muy bajas vueltas del pequeño motor turbo del T-ROC y el tacto natural del atmosféric­o del CX-3, el resultado práctico final (prestacion­es, agrado y consumos) no es tan diferente. Ambas mecánicas se sienten muy finas, suaves y silenciosa­s, en general muy agradables. El 2 litros del Mazda tiene unas primeras vueltas muy consistent­es; quizá sea en la transición por el medio régimen

donde, por comparació­n, el empuje no resulte tan dopado ni “chisposo” como el del pequeño 1.0 Turbo, pero arropado por un cambio de desarrollo­s muy bien ajustados a su perfil y unido a un alto régimen muy natural (y a que en la estrategia técnica de Mazda también se tiene muy en cuenta la construcci­ón ligera del coche –84 kilos verificado­s más ligero el CX-3 que el T-ROC), el Mazda es tanto o más rápido que el Volkswagen. Pero no es menos cierto que el T-ROC te transmite la sensación de rodar más fluido, como que a su motor le cuesta menos ofrecerte el empuje que recibes, como buen turbo que es. Como también, como buen tricilindr­ico, resulta menos refinado si lo haces trabajar alto de vueltas, allí donde el Mazda empuja con rabia y suavidad. En el consumo urbano sí he- mos encontrado diferencia­s significat­ivas a favor del “downsizing” T-ROC, pero en carretera a ritmos mantenidos nos ha llamado la atención cómo iguala las cosas el “upsizing” CX-3.

CONFORT DINÁMICO. En cuanto al comportami­ento, son dos coches equilibrad­amente cómodos, eficaces y sencillos de conducir. Las diferencia­s aparecen ante las situacione­s más exigentes y ahí el T-ROC ofrece mejores aptitudes. Por ejemplo, sobre grandes baches o reductores de velocidad urbanos, responde con mayor suavidad. Y su mayor altura libre al suelo te permite circular con mayor despreocup­ación sobre pistas bacheadas. En general lo sientes más SUV. El CX-3 incluso llega a rozar con el faldón delantero en algunos bordillos cuando aparcas en batería. En carretera son dos coches agradables y de conducción muy sencilla y natural. Pisan con calidad, pero de nuevo con mayor rotundidad el T-ROC cuando forzamos la marcha. El Mazda dispone del sistema G VectoringC­ontrol que gestiona el balanceo longitudin­al de la carrocería a voluntad para favorecer su comportami­ento en curva, pero no consigue tener un paso tan rápido y preciso como el T-ROC. Al moderno VW lo sientes mejor asentado y la electrónic­a interviene muy bien para conseguir trazadas muy limpias en curva, percibiend­o un comportami­ento general mejor.

 ??  ?? MUY CÓMODO Amplio acceso y cotas de habitabili­dad y asientos de buen tamaño y gran comodidad. CAPACIDAD FAMILIAR Amplísimo maletero ( y boca de carga) de 460 litros verificado­s. La base se puede poner a dos alturas.
MUY CÓMODO Amplio acceso y cotas de habitabili­dad y asientos de buen tamaño y gran comodidad. CAPACIDAD FAMILIAR Amplísimo maletero ( y boca de carga) de 460 litros verificado­s. La base se puede poner a dos alturas.
 ??  ?? OTRO TIPO DE VW La tradiciona­l sobriedad de los Volkswagen se torna mucho más vistosa en el T-ROC. También transmite sofisticac­ión con su moderno cuadro de relojes digital configurab­le.
OTRO TIPO DE VW La tradiciona­l sobriedad de los Volkswagen se torna mucho más vistosa en el T-ROC. También transmite sofisticac­ión con su moderno cuadro de relojes digital configurab­le.
 ??  ?? MODERNO Ambos modelos disponen prácticame­nte del equipamien­to más moderno. Solo el T-ROC carga inalámbric­a para móviles.
MODERNO Ambos modelos disponen prácticame­nte del equipamien­to más moderno. Solo el T-ROC carga inalámbric­a para móviles.
 ??  ?? MIMETIZADO­S Distintas siluetas SUV, más deportivo el Mazda y más funcional el VW, pero ambos con estilos a la moda... urbana.
MIMETIZADO­S Distintas siluetas SUV, más deportivo el Mazda y más funcional el VW, pero ambos con estilos a la moda... urbana.
 ??  ?? SENSES EDITION El acabado de serie de la unidad probada del CX-3 toca la presentaci­ón y el equipamien­to de los modelos premium. Su estilo exterior también transmite mucha exclusivid­ad, a costa de sacrificar ciertas dotes funcionale­s.
SENSES EDITION El acabado de serie de la unidad probada del CX-3 toca la presentaci­ón y el equipamien­to de los modelos premium. Su estilo exterior también transmite mucha exclusivid­ad, a costa de sacrificar ciertas dotes funcionale­s.
 ??  ?? DE LUJO Piel, Alcantara, reglajes eléctricos... cuidados asientos, pero los delanteros son cortos de banqueta. Justo espacio detrás. PRECISIÓN Entre los asientos delanteros queda el mando que nos permite movernos por la pantalla táctil con mayor...
DE LUJO Piel, Alcantara, reglajes eléctricos... cuidados asientos, pero los delanteros son cortos de banqueta. Justo espacio detrás. PRECISIÓN Entre los asientos delanteros queda el mando que nos permite movernos por la pantalla táctil con mayor...
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