LAS PREGUNTAS
¿Cómo fue la lucha por la victoria?
Cuatro hombres estuvieron en verdad luchando por el triunfo, pero como suele suceder en rallyes como el de este año en México, al final se lo llevó el que más lejos estuvo de los problemas. Y ese hombre, especialista en ir muy rápido pero sabiendo cuándo conservar y cuándo atacar, es Sébastien Ogier. Entre los errores de pilotaje de Kris Meeke y el doble pinchazo de Sébastien Loeb y Dani Sordo el sábado, primero y segundo en ese momento, Ogier logró pescar un liderato que ya no soltó. Sirvan como referencia estas cifras: el viernes, el pentacampeón terminó quinto a 30 segundos de Sordo, líder al término de la etapa tras una gran jornada en su regreso al tercer Hyundai i20 Coupé WRC; el sábado, Ogier ya era el líder con casi 36 segundos sobre el segundo, Meeke; al final del rallye, se llevó la victoria con 1 minuto y 13 segundos de margen sobre el cántabro, segundo en México. Al piloto galo le bastó con apretar en cuatro tramos del sábado, con cuatro “scratch” consecutivos; cierto es que, antes de los problemas de Loeb y Sordo, venía remontando y era tercero a apenas 15 segundos de la cabeza. Un trompo el sábado y un vuelco el domingo de Kris Meeke allanaron su camino.
¿Tuvo opciones reales de ganar Dani Sordo?
Totalmente. Las posiciones de salida retrasadas de Sordo y Loeb jugaron a su favor; al contrario que, por ejemplo, Thierry Neuville, al que abrir pista y muchos problemas mecánicos (presión de combustible, dirección asistida, pinchazo,…) sólo le dejaron ser sexto. El español llegaba a México con ganas de demostrar ser tan rápido como en Monte-Carlo y volvió a demostrar estar entonado en la tierra mexicana, en la que se había subido una vez al pódium (en 2016, aunque una penalización se lo quitó). El viernes terminó la etapa líder, a pesar de sufrir con la elección de los neumáticos en un terreno muy exigente y con temperaturas superiores a los 30 grados. El sábado, aunque perdió el liderato, estaba en la pomada hasta que un pinchazo le hizo perder 30 segundos, justo al mismo tiempo del pinchazo de Loeb (él, sin embargo, perdía más de 2 minutos). El vuelco de Meeke el domingo, como a Ogier, le vino de perlas, en su caso para terminar segundo.
Ogier es especialista en ir muy rápido, pero sabiendo cuándo conservar y cuándo atacar