Bodas de oro con el 124

Icono de nuestra industria automovilística nacional que estuvo en producción 12 años, hasta 1980, primero en la planta barcelonesa de Zona Franca, y luego en la pamplonesa de Landaben –en la actualidad fabrica solo modelos Volkswagen-. Con la incorporación de este modelo a la gama –en ese momento compuesta por 600, 850 y 1.500-, Seat alcanzaría ese año una producción de 180.000 unidades para hacer que la marca española sobrepasase el millón de unidades fabricadas a lo largo de su historia. Medía poco más de cuatro metros –lo que un Seat Ibiza actual- y su carrocería más demandada sería la de cuatro puertas, aunque también nos encontraríamos una variante familiar y un más deportivo Sport Coupé. En 1969 llegaría el 1430 con su característico doble faro y que se posicionaría como una variante más lujosa de este 124. Comodidad, espaciosidad y un precio asequible para la clase media española eran los argumentos que se empleaban en el momento en un modelo que arrancaría en 60 CV de potencia para alcanzar los 140 km/h y que llegaría, con el paso de los años, a entregar hasta 118 CV.