La bestia

Con Nelson Piquet al volante, fue el primer coche ganador del Campeonato de la era turbo, con su victoria en el GP de Brasil, que inauguraba el calendario de 1983. El motor BMW M12/13 de cuatro cilindros contaba con un turbo KKK acoplado a un cambio Brabham con componentes interiores Hewland, que tenía 5 o 6 marchas según los circuitos. El motor fue el gran

protagonista por ser uno de los más potentes de la Fórmula 1 -en el GP de Italia, BMW llegó a reconocer que su motor rendía 1.230 CV-, junto al diseño de Gordon Murray, que logró un chasis capaz de absorber la potencia descomunal, y sobre todo la forma de entrega de ésta. Algo que diferenciaba al BT52 del resto era su característica forma de flecha, que le dotaba de una belleza especial frente a la competencia. Renault y Ferrari no fueron rivales y eso que Piquet solo logró tres victorias frente a las cuatro de Alain Prost con el Renault. Con un depósito muy pequeño se apoyó en rápidos cambios de ruedas y repostajes, utilizando por primera vez las mantas para calentar los neumáticos. Este fue el último de los Brabham ganadores. Nelson Piquet se llevó ese año el título de pilotos tras conseguir tres carreras, ocho podios y una pole position, mientras que Ferrari se adjudicó el de constructores. Alcanzar hasta más de 1.000 CV con el motor BMW fue clave en los Brabham.