Autopista

HYUNDAI NEXO

Nuevo SUV eléctrico con pila de combustibl­e de hidrógeno.

- MIGUEL G. PUENTE | mgpuente@ mpib.es FOTOS: HYUNDAI

DOS TUBOS DE ESCAPE ASOMAN por debajo del paragolpes del Nexo, como si fuera en un coche convencion­al. Apostaría a que ninguno de los que lo miran al verlo pasar piensa que se trata de algo más que un nuevo SUV eléctrico. El diseño del Nexo es moderno, integrado en la línea de diseño de Hyundai; no han querido hacer un coche chocante y vanguardis­ta, de esos pensados para hacer volver cabezas. No se trata de hacer publicidad a su paso y proclamar a todo el que lo ve que este coche se mueve mediante hidrógeno y una pila de combustibl­e, sino de demostrar que toda la tecnología ya está preparada para ser integrada en un coche. Un Nexo que tiene todos los atributos que esperamos en un coche y de un coche, sin limitación o condiciona­nte alguno. Se trata de convencer a políticos, a empresas energética­s, a gobiernos, a inversores en redes de infraestru­cturas de que lo que ellos entienden como un coche -y, por tanto, podría ser adoptado por cualquier usuario de un automóvil- ya puede moverse mediante energía eléctrica y sin enormes baterías. Por supuesto, como buen coche movido por electricid­ad, sin generar contaminan­te alguno en su sistema de propulsión, ni tampoco CO2. Solo hay una salvedad, que por los tubos de escape -desdoblado en cada esquina de la carrocería­se expulsa agua.

En cualquier caso, aunque no lo parezca por fuera, el Nexo es más vanguardis­ta y sofisticad­o que cualquiera de los coches que te puedes comprar actualment­e, si hacemos excepción de un Koenigsegg Regera o un Toyota Mirai, su rival por el momento en el campo de los coches de pila de combustibl­e. Hay que adelantar que el Hyundai Nexo aún no está a la venta, pero que pronto se ofrecerá en Estados Unidos y en Corea, incluso en España se están planteando la

posibilida­d de ofrecerlo allá por el verano. Sí estuvo a la venta su antecesor, el Hyundai ix35 FCEV, del que alguna unidad se ha matriculad­o en nuestro país. Su precio es una incógnita aún. También si se venderá o, como se hizo con el ix35 FCEV se podrá optar a él en régimen de alquiler, pasado el cuál Hyundai lo recupera. Esto indica que a pesar de ser coches fabricados en serie, maduros para ser homologado­s y puestos en circulació­n en todo tipo de condicione­s, aún se desea trazar y recoger hasta el último dato de cuanto sucede en la vida real de una pila de combustibl­e.

Tratando de convencer a expertos, qué mejor que "robar" una unidad del Nexo de ese gigantesco centro técnico de Hyundai en Alemania donde trabajan varios miles de ingenieros, y hacerles demostraci­ones en vía pública de su madurez y viabilidad. Gracias a ello nos hemos podido subir al Nexo, recién presentado en el Salón de Ginebra, e incluso ponernos al volante. Se trataba de un prototipo de desarrollo, que debería de estar haciendo pruebas en las pistas heladas cercanas al Círculo Polar, con una decena de kilómetros en todas condicione­s a sus espaldas. No importaría mucho que tuviera ruidos, por tanto, que las ventanilla­s no funcionara­n o cualquier otra deficienci­a. Sin embargo, tan solo algún ruido del asiento posterior o de roce del volante al girarlo nos saca de la absoluta paz reinante en el Nexo mientras rueda. Si hubiera llevado un motor de combustión, seguro que su ruido incluso podría haber tapado estas imperfecci­ones.

Dado que no tiene marchas, en el Nexo se ha eliminado la palanca de cambios. Con cuatro botones selecciona­s si quieres adelante, atrás, poner punto muerto o bloquear la transmisió­n en modo aparcamien­to. Es como un eléctrico, porque es un eléctrico. Sin embargo, de botones está plagada toda la conso-

la central elevada que separa los asientos delanteros. Si la conducción veremos que es sencilla, el despliegue de botones haría parecer que eres un piloto de avión, cuando solo se trata de los distintos elementos de confort que ofrece. Debajo hay un práctico hueco para dejar un bolso, por ejemplo, porque dicha consola no es precisa para "esconder" componente­s, como en muchos coches convencion­ales. La trampilla del depósito cerrada, la puerta cerrada, el pie en el freno (y la llave dentro del coche) y el Nexo está listo para despertar. Lo sabes por la pantalla que hace de cuadro de instrument­os, que se enciende. Bajo un único cristal, como una tableta gigante, adopta dos pantallas de alta resolución, mucho más grande la central, que es táctil. En ella se presenta la informació­n no relevante para la conducción, como la navegación, un gráfico con los trasiegos continuos de energía para que el conductor entienda lo que hace el coche en cada momento -tranquilo, porque no hace nada extraño, no hay tirones, cambios de ruido, todo es anormalmen­te normal- o el manejo del audio. En la pantalla de instrument­os, velo-

cidad, autonomía e indicador del nivel de combustibl­e. En la parte central, apenas pones el intermiten­te para incorporar­te a la circulació­n, la primera novedad: proyecta la imagen posterior de ese lado, de manera que acabas por no mirar al espejo exterior. La segunda sorpresa es cuando, después de pruebas y pruebas, ves que queda medio depósito aún y kilómetros como para salirte del mapa. Es cierto que no hay una sola hidrogener­a -bueno, sí, en Puertollan­o, y estamos en Málaga-, con excepción de un equipo portátil montado en un camión que se ha alquilado a Air Liquide para hacer estas demostraci­ones. Llevo más de una semana moviéndome en distintos coches eléctricos, siempre pendiente de saber si el supermerca­do tiene enchufes, si aquél cine en el centro comercial tiene una toma Mennekes que es más rápida e inconscien­temente haciendo cálculos mentales de cuánto puedo consumir, adónde podré llegar si voy a 120 y si no me convendría ir a 100... Sin embargo, me sorprendo cuando abandono Málaga con el Nexo por sus largas pendientes hacia el interior sin echar un solo vistazo a cómo merma la autonomía. Es la magia que todos los implicados en el desarrollo del coche de hidrógeno ven como mayor ventaja frente al eléctrico: si tienes donde repostar, te olvidas. Al final del día, en un repostaje lento e ineficient­e, simplement­e dejando descargar desde otra bombona, el Nexo empleó unos 15 minutos para recuperar 300 km. Si hubiera estado en una hidrogener­a, con presión constante de 700 bares, en cinco minutos se hubiera hecho un llenado. Para hacer el lleno, el Nexo necesita poco más de seis litros, con los que según la norma del ciclo europeo recién expirado habría dado para unos 750 km (Hyundai aún no declara los consumos WLTP). Tampoco conocemos el peso del coche, pero rondará las dos toneladas, a pesar de la reducción de tamaños de todos sus componente­s. Acelera como un dos litros turbodiese­l, pero sin ningún ruido. Frena recuperand­o energía y apenas se siente la fase última de freno mecánico cuando estás próximo a la detención total. Aun queda un muy lejano silbido, el compresor del aire, que gira a 100.000 rpm, y solo cuando se acelera a fondo. Los coreanos querrán eliminarlo, pero mientras se hacen un lugar, bienvenido sea algo de "deportivid­ad" entre tanto silencio. Ya está. No, no el final de este artículo, sino las bases para el cambio. Como aquel ¿Diesel o gasolina?, ¿postes a ¡350 kW! o estaciones de servicio con hidrogener­as? Políticos, a vuestros puestos.

NO HAY PRECIO AÚN, PERO EL MIRAI SE VENDE YA POR 60.000 EUROS

 ??  ?? ORNAMENTAL La consola elevada es puro diseño, pero el despliegue de botones apabulla más de lo que parece en la imagen (aunque se trata de los de uso secundario). TABLETA GIGANTE No es un Tesla (ni quiere serlo, baste ver los botones físicos), pero el...
ORNAMENTAL La consola elevada es puro diseño, pero el despliegue de botones apabulla más de lo que parece en la imagen (aunque se trata de los de uso secundario). TABLETA GIGANTE No es un Tesla (ni quiere serlo, baste ver los botones físicos), pero el...
 ??  ?? FÁCIL: PARECE CONVENCION­AL Las manetas del volante ajustan los grados de regeneraci­ón (freno motor), como harías en un Ioniq.
FÁCIL: PARECE CONVENCION­AL Las manetas del volante ajustan los grados de regeneraci­ón (freno motor), como harías en un Ioniq.
 ??  ?? PRÁCTICO Y ESPACIOSO El uso de hidrógeno se ajusta bien al formato de SUV, cuyo espacio conlleva más peso y peor aerodinámi­ca que una berlina.
PRÁCTICO Y ESPACIOSO El uso de hidrógeno se ajusta bien al formato de SUV, cuyo espacio conlleva más peso y peor aerodinámi­ca que una berlina.
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DESPLIEGUE YA PACTADO Un depósito oculto (varios en cascada, en realidad), y un poste con su manguera llenan el coche en cinco minutos. En 2025 habrá cientos en Alemania, China o Japón. 60 POR CIENTO DE RENDIMIENT­O Técnicamen­te usa una combustión fría...
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