POR NO ESCUCHARLES
Leo con estupefacción que en la última campaña de vigilancia de la DGT, de una semana de duración, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil detectó a 161 menores de estatura igual o inferior a 1,35 metros sin ningún sistema de retención. La mayoría de las infracciones tuvieron lugar en carreteras convencionales. Aquí no se incluyen los datos de las policías locales y autonómicas, que también se sumaron a la campaña.
Y me pregunto, ¿cuántos niños viajan habitualmente en condiciones inseguras? ¿Cuántos padres ponen en riesgo la vida de sus hijos en su trayecto diario al colegio? Les damos la mejor alimentación, les compramos la mejor ropa, les llevamos al mejor colegio, nos compramos el coche más seguro ¿y luego les llevamos sin silla? Es cuando menos significativo que 54 de los menores con estatura inferior al 1,35 que viajaban sin dispositivo de retención infantil lo hacían en los asientos delanteros. Muchos de los padres que llevan a sus hijo delante -recordemos que hasta que superan esa altura no lo pueden hacer legalmente, salvo que estén ocupadas por otros niños las traseras- es por "total vamos aquí al lado" o "por no escucharles": Cuando educas es más fácil decir que sí que negarse. Y al final el "capricho del niño" puede salir demasiado caro. Pero, ¿saben los padres realmente el precio que corren llevando a sus hijos sin silla? Mucho me temo que no, y así no sabrán explicárselo a sus hijos.