Arturo Miguel
El estado del coche afecta en tener una avería"
“En general, sobre el mantenimiento del vehículo, el conductor conoce lo básico sobre cuestiones como el aceite, los neumáticos, los filtros... Sin embargo, desde nuestra experiencia, no suele llegar al detalle de la importancia que tiene un mantenimiento más severo o detallado (correas, refrigerantes, discos de freno... etc) y cómo afecta esto para evitar una avería. El parque móvil español está por encima de los 12 años de antigüedad de media, y tener el coche mantenido bajo los criterios del fabricante es de vital importancia para minimizar las posibilidades de quedarse averiado. Para ello, hay que revisar unos puntos fundamentales en el coche: luces; escobillas; neumáticos -chequeando el dibujo y profundidad, desgaste uniforme, presión adecuada y buen estado, incluyendo en ese chequeo la rueda de repuesto; y fluidos: aceite, refrigerante, dirección y frenos deben de ir dentro de sus niveles, no deben apreciarse fugas, rezumos de líquido o grietas en los depósitos o recipientes de los mismos. Indudablemente, un vehículo mal mantenido provoca que tengamos más posibilidades de tener un accidente. En el caso de los neumáticos, su mal estado o carecer de dibujo en días de lluvia puede provocar inestabilidad, aquaplanning y un sinfín de problemas que pueden derivar en un siniestro. Un buen mantenimiento y funcionamiento de los frenos, pastillas y discos proporcionan mayor capacidad de frenado, con lo que podremos anticiparnos a imprevistos y tener una mayor capacidad de reacción. Las escobillas y el depósito de limpiaparabrisas incorrectamente mantenido puede derivar en un accidente a causa de una mala visibilidad, que puede ser provocada por muchos factores. Y unas luces que no alumbran adecuadamente afectan a nuestra visión para ver y ser vistos”.