SOLUCIONES FAMILIARES
El año pasado se vendieron en todo el mundo 2,5 millones de modelos con carrocería familiar, copando el 3,1 por ciento de cuota de mercado. Quizás este dato parezca secundario, pero la importancia del Station Wagon crece si contextualizamos con Europa como foco, donde nuestro mercado continental acapara el 72 por ciento de las ventas mundiales. Claro que esta cifra está condicionada y mucho porque Alemania y Escandinavia acaparan el 50 por ciento de las ventas de SW en Europa.
Es verdad que la proliferación de los SUV ha robado protagonismo a esta tipología de carrocería -en nuestro país el SW cae el 14 por ciento frente a datos de hace un año-, pero sus cualidades siguen estando ahí como argumentos poderosos frente a los hermanos de los que derivan ll me se m a t s erl as tam re te a la e re e e elevado que nos persigue. Su versatilidad, ahora que los monovolúmenes parecen estar démodés, y sobre todo su capacidad de carga trasera, que supera a la de modelos de categorías superiores y a SUV de similares tamaños, es un argumento potente si lo que necesitas es cubicaje de maletero. A esto suma que su resistencia aerodinámica y peso son me res e l s e l e la e e a me ra e m camente son prácticamente iguales que el compacto o berlina equivalente, y tendrás posiblemente la compra racional más inteligente en estos momentos.
Pero es que, además, en los últimos tiempos los familiares ya no son feos, ya no son esos coches cúbicos y desproporcionados que Volvo popularizó, salvo el excepcionalmente bello 1800 ES. Ahora tienen cada vez más componente emocional en su diseño, lo que les a e asta m s s e s s l eas e s s hermanos de gama. Y todo ello sin referirnos a las carrocerías shooting brake de las que vamos a oír hablar y mucho en próximos meses -Kia dará el pistoletazo de salida para su Ceed. Y es que hasta Porsche tiene un espectacular Panamera Sport Turismo... Por algo será.