AL VOLANTE DEL BMW X5
En noviembre se lanza la cuarta generación del BMW X5. El exitoso SUV viene con nuevos motores, nuevo sistema operativo y ahora también brinda más competencias para la conducción off-road. Lo analizamos más de cerca en un primer recorrido.
Conducimos la cuarta generación de este gran SUV. Ahora con nuevos motores, más tecnología y mejores habilidades offroad.
EL NUEVO BMW X5 TAMBIÉN SE producirá en la planta estadounidense de BMW en Spartanburg, en Carolina del Sur. Spartanburg es igualmente el lugar de origen de los actuales X3, X4 y X6 y pronto lo será del nuevo e inédito BMW X7. Hasta el momento, más de 2,2 millones de unidades del BMW X5 se han vendido entre las tres generaciones precedentes. Desde aquella primera generación, el X5 renunció a ser un SUV al uso del concepto originario y no por sus características técnicas 4x4 significaba que fuera un todo terreno para la carretera. Como buen BMW, la marca alemana definió el X5 como un coche primeramente especializado en el asfalto, aunque muy versátil para rodar por todos los terrenos y en todas las condiciones por sus capacidades dinámicas como 4x4. Y el tiempo le dio la razón, cuando el concepto ha derivado en modelos prácticamente orientados al asfalto y en según qué segmentos hasta se ha prescindido como punto de partida de la tracción integral. Por todo esto, cuanto menos resulta curioso que la nueva generación X5 ofrezca por primera vez en la saga un paquete técnico “todo terreno” e incluso una línea de acabado X-line ( protectores de pasos de rueda sin pintar y defensas inferiores específicas, entre otras características) sin que esto signifique haber renunciado a un comportamiento dinámico en carretera tan riguroso como siempre. Con el paquete todo terreno (en Alemania está opción costará 2.950 euros), el X5 dispone de hasta 4 modos de conducción fuera del asfalto y cuenta con un bloqueo mecánico del diferencial trasero, y solo por esto su conducta en campo ha mejorado mucho. Además puede montar suspensión neumática (como lo hemos probado) y con ella variar la altura de la carrocería por encima y por debajo del punto de partida en 40 milímetros, en dos etapas. También BMW ha mejorado la gestión de la distribución del par del sistema X-Drive, que se muestra ahora más rápido y preciso en determinar cuánto par desviar a cada eje y rueda. Con todo ello nos hemos encontrado un nuevo X5, internamente llamado G05, mucho más capaz en el campo, incluso con neumáticos de carretera, como también muy agradable y cómodo pisando grandes baches.
DE CASTA.
Pero de nuevo es en la carretera donde el X5 muestra o puede mostrar su mejor especialización. El sistema de compensación activo de balanceo y la dirección integral, además
de la suspensión neumática y el diferencial trasero autoblocante –elementos opcionales o de serie según versiones- nos han hecho percibir un X5 dinámicamente muy ágil y preciso, aunque la dirección integral de BMW ya sabemos que no se esconde y claramente percibes una reacciones quizá algo artificiales, por una inmediatez que debes asimilar. A los mandos también tienes que asimilar su nuevo cuadro de relojes, una pantalla digital de 12,3 pulgadas que inaugura una nueva etapa en la marca. Con el nuevo cuadro llega un nuevo diseño de los relojes, con la aguja del cuentarrevoluciones girando en sentido contrario, para liberar una parte central configurable que, entre otras funciones, soporta el mapa del sistema de navegación. En el centro del salpicadero, el X5 presenta otra gran pantalla de 12,3 pulgadas, fruto del sistema operativo 7.0 del sistema i-Drive, que permite más opciones de configuración, mayores menús, nuevas funciones gestuales y, en definitiva, una mejor usabilidad. Los motores también mejoran el placer de conduc- ción del X5, que se asocian a una mejorada transmisión automática Steptronic de 8 velocidades. Sendos 3.0 Diesel y gasolina de 6 cilindros serán las puntas de lanza al inicio de su comercialización, con 265 y 340 CV respectivamente. Ambos se muestran exquisitos, briosos y refinados, pero más adelante al xDrive30d le complementará el M50d con 400 CV. Y en gasolina, al x40Drive40i le seguirá el xDrive50i, con un motor V8 4.4 de 462 CV. El que debiera ganar protagonismo en esta nueva generación X5 debería ser la versión híbrida enchufable xDrive45e iPerformance. Su potencia máxima combinada de 394 CV proviene de un motor 3 litros de gasolina (286 CV) y otro eléctrico (112). Promete una autonomía eléctrica de 80 kilómetros y una velocidad máxima bajo ese modo de funcionamiento de 140 km/h. Como híbrido, acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y alcanza una velocidad de 236 km/h. El maletero se ha reducido en 150 litros (500 litros con asiento trasero usado) y el depósito de combustible tiene capacidad de 69 litros.
POR PRIMERA VEZ, EL X5 OFRECERÁ UN PAQUETE "TODO-TERRENO"