PORSCHE 911 SPEEDSTER

Porsche sabe cómo tocar la fibra sensible en cada paso que da. Está volviendo a recuperar nombre míticos y apuesta por asombrar con récords para mantener vivo a su público.

Porsche presenta un segundo anticipo del 911 Speedster, cuya versión de producción se fabricará en 2019.

NO HAY NADIE COMO PORSCHE A LA hora de jugar con las emociones. Llevan años sacando versiones aniversario, ediciones limitadas RS y distintos modelos que con el paso del tiempo se revalorizan. Y mientras tanto el cliente fiel a la marca va comprando sus productos porque no se los venden por necesidad, los compran porque les llegan directos al corazón. Acabamos de asistir al regreso de un número tan mítico como el 935. Se trata de un GT2 RS carrozado imitando al 935/78 original, el llamado Moby Dick por su espectacular trasera, y con los colores de Martini, para más glamour. Sólo hacen 77 unidades y hay tiros por conseguir una. SPEEDSTER. En la misma línea está el 911 Speedster presentado en el Salón de París. El Speedster supone más un estilo de vida que una necesidad real del 911; se construirán 1.948 unidades, cifra homenaje al primer 356 que recibió su permiso de circulación el 8 de junio de 1948. Su color Rojo Guardia es el mismo del 911 Speedster de la serie G, de 1988. Así con el pasado se explica el presente y, mientras tanto, los fans de lo diferente, lo exclusivo y, por qué no decirlo, de la marca, nos volvemos locos con estas cosas, porque nos gustan. El negocio de crear clásicos antes de nacer ayuda a Porsche a mantener su prestigio vivo, lo que ayuda a vender Macan, Cayenne y Panamera, que es donde está el negocio real de Porsche.

CAZA RÉCORDS Si ya no se utiliza el coche de Le Mans, pues se adapta para batir récords en lugares míticos como Spa o Nürburgring, llevando el nombre de la marca a los titulares cuando conviene. EDICIÓN LIMITADA Sacar ediciones limitadas sobre un modelo ya desarrollado es algo muy rentable, puesto que los costes "gordos" ya están amortizados. Pero al cliente eso no le importa, le acaban de poner una joya ante sus ojos y está feliz.