HAY QUE ASIMILAR SU MAYOR RETENCIÓN AL DESACELERAR
estas fases, el sistema MHSG opera como alternador y es tal su potencia regenerativa, que provoca en el Sportage una retención más propia de un híbrido convencional o eléctrico puro. Curiosamente en éste tipo de coches esa mayor retención lo percibes como algo natural (además en algunos puedes regularla), pero en el Sportage te puede llevar a extrañar su conducción… por ser tan convencional en sus otras reacciones. De hecho, te pide siempre presionar un mínimo el acelerador hasta en bajadas y apenas recorres unos pocos metros por su propia inercia sin que sientas que estás perdiendo rápidamente velocidad. En ciudad, disfrutas de un sistema Stop&Start soberbio. El sistema MHSG es capaz de apagar el motor Diesel antes de detenerse el Sportage por completo y rearrancarlo en milésimas de segundos con tal suavidad que muchas veces llegas a dudar de que se haya puesto en marcha. Resulta tan fantástico en estas fases, que lo echas de menos en otros muchos momentos en iguales circunstancias donde sin saber muy bien porqué apenas entra en funcionamiento; y te ves con su sofis- ticado Stop&Start en semáforos o colas de aparcamiento con el motor en marcha. Por otra parte, nuestro Centro Técnico nos ha aclarado algunos otros aspectos no menos importantes. Los 8,1 l/100 km que verificamos en el Sportage 2.0 CRDI 4x4 anterior en nuestro recorrido urbano, se han reducido a 6,7. Pero más llamativo resulta que los 6,7 l/100 km que obtuvimos en carretera, se hayan bajado a 5,9. Lógicamente, el 2.0 CRDi también estrena mejoras internas propias que contribuyen a su mejor eficiencia. Y también resulta más limpio, al montar un catalizador SCR con inyección de Adblue que prácticamente elimina los señalados NOx ¿Matamos al Diesel?