¿CUÁNDO INTERESA UN DIESEL?
Acertar en la compra de un coche con motor Diesel depende, sobre todo, de la cantidad de kilómetros que recorras al año. Eso, siempre que des prioridad al lado económico de la operación, ya que durante el «boom» de los diésel en los últimos años, muchos compradores elegían estos coches adicionalmente por la mayor cantidad de par en el acelerador que en los gasolina equivalentes, por el menor coste al llenar el depósito o por una mayor autonomía que permite espaciar más las paradas en las estaciones de servicio para repostar gasóleo. Ahora, a pesar de la proliferación de los coches híbridos —ya sean eléctricos o de gas— y de la reducción de consumo en las nuevas generaciones de motores de gasolina, el Diesel puede seguir siendo rentable para aquellos que realizan grandes kilometrajes al año, especialmente por carretera. Para resolver cualquier duda, lo mejor es realizar un cálculo del coste por kilómetro, siempre comparando versiones equivalentes diésel/gasolina o diésel/ híbrido, pues la actual autonomía de los eléctricos y sus tiempos de recarga les impiden entrar en esta liza. Para obtener ese dato — en internet es sencillo encontrar herramientas que hacen el cálculo automáticamente— hay que tener en cuenta el precio del coche junto con una previsión en gastos de mantenimiento, cambio de neumáticos, coste del seguro a todo riesgo o impuesto de circulación, por ejemplo. Con la cantidad total y teniendo en cuenta el consumo medio real — con el oficial nos aproximaremos menos— del coche que nos interese y el precio actual
del combustible que use, podemos hacer una buena estimación del coste por kilómetro, ya se trate de un modelo Diesel, de gasolina, híbrido, etc. Con ese dato deberemos ver cuántos kilómetros necesitaremos para amortizar la diferencia de inversión (precio+gastos previstos) entre uno y otros, y cuánto tiempo deberá pasar, según el kilometraje anual que realicemos, para que el diésel nos resulte rentable.