ECONOMÍA GENERAL Y PRACTICIDAD DEFINEN AL SKODA FABIA
El chasis mantiene el buen talante del anterior Fabia, con una dirección muy precisa, un equipo de frenos de eficacia sorprendente que le hace detenerse en poco espacio, menos incluso que el Ibiza, y no aparecen grandes pérdidas de motricidad incluso acelerando sin contemplaciones. Eso sí, equipado con el tren de rodaje deportivo (130 €) la suspensión tiene un carácter rígido, más adecuado para asfalto en buen estado y una conducción más dinámica que para zonas bacheadas. La contrapartida es una magnífica estabilidad, con la sensación de que es un coche más pequeño y manejable de lo que en realidad es, y la certeza de que el Fabia no sólo se puede aparcar en poco espacio, sino que también es gratamente ágil por calles estrechas.
Valor por dinero. Una vez aplicado el descuento oficial, el Skoda Fabia 1.0 TSI Style se queda claramente por debajo de los 15.000 euros, o lo que es lo mismo un precio próximo a las versiones básicas de Hyundai i20 o los primeros Opel Corsa sobrealimentados y resulta claramente más atractivo que rivales algo más baratos equipados con motores atmosféricos más exigentes de conducir en el día a día.
La versión probada ya cuenta con un equipamiento algo más que razonable, con Bluetooth, arranque sin llave, retrovisores térmicos y Front Assist, entre otros, y puede complementarse con elementos tan sofisticados como el control de crucero activo, el acceso sin llave, iluminación led o el muy interesante Pack Style que por 200 euros incorpora el climatizador, la cámara de visión trasera, las llantas de aleación con neumáticos 215/45 R16 y la casi necesaria en nuestros días conectividad smartphone de Apple y Android.