LOS FAROS LED
Son una tendencia técnica irreversible por las ventajas que aporta... y se harán universales.
Del mismo modo que, sí o sí, en el futuro la electrificación de los sistemas de propulsión está cantada o la incorporación de mayor cantidad de ayudas a la conducción nos llevará hasta el coche autónomo, hay una tendencia técnica irreversible por las ventajas que aporta: la universalización de la iluminación con leds.
DESCARTADA POR COSTOSA LA ILU-minación por diodos láser, que quedará para modelos elitistas; y superadas técnicamente tanto las bombillas halógenas, con filamentos en gas inerte, que se hicieron universales en los años 60; como los faros de descarga de xenón en los que, por cierto, se usa vapor de mercurio saturado, el futuro es de los leds.
De modo análogo a cómo se canaliza el agua para conseguir que llegue con presión al final de la red se hace con la luz de los DRL, puesto que desde los diodos que lo emiten hasta donde acaba la «tubería» por la que se propaga la luz, puede haber una distancia considerable. El objetivo, pues, es conseguir que la luz se distribuya por todo el tubo que sirve de «foco» del DRL de forma homogénea. Para ello que se canaliza gracias a prismas más pequeños en la zona más próxima a los diodos y que, a medida que se va tomando distancia de ellos, se van haciendo de mayor tamaño.
• Quizá te hayas preguntado porque no se usan los emisores de la luz día o DRL para ofrecer una firma acorde con el logotipo de la marca de ese coche. La razón es que la ley dificulta esta signatura dado que podría llamar a confusión o ser distractiva. Por ejemplo, si un Seat en lugar de utilizar motivos triangulares en sus faros emplease una S como la de su logo, sus faros podrían ser identificados, vistos fugazmente, como parte de una valla publicitaria. Lo que no quita para que los BMW usen cuatro aros… pero no son Audi.
• Por qué ahora se usan plásticos curvos para la cubierta de los faros y antes cristales planos? La razón está en la capacidad de cálculo con la que se cuenta ahora gracias a los ordenadores y que permite situar el espejo justo donde se necesita pero teniendo en
cuenta millones de datos. Tamaña capacidad de computación empezó a permitir realizar curvas —hablamos de finales del siglo pasado— donde antes sólo se podían utilizar rectas, con lo que eso supuso de salto en el diseño.
• La regulación automática de altura de las luces era obligatoria con los faros de xenón pero, ¿y con leds? Por el momento no está legislado, pero ya se está trabajando en que, sea cual sea la fuente de luz, si se sobrepasan los 1.000 lúmenes sea necesario contar con esa regulación.
• Por qué en coches como el Seat Tarraco es posible ver la luz a través de la rejilla de ventilación? Esto responde a que, visto desde un ángulo lateral de 45º y de -15º en horizontal, la norma establece que ha de ser posible ver iluminación de los dos faros principales. Sin embargo, en coches como este SUV la posición retrasada o hundida de los faros respecto a esa reja hace
que esto no sea posible. De ahí que se filtre intencionadamente luz por ella.
• No todos los faros de leds incorporan ventiladores en su zona posterior, que es donde están los imprescindibles disipadores de calor, aunque sí muchos lo hacen. Ciertos metales alivian la temperatura (su tarea es establecerla 90 o 95ºC) que se produce por la circulación de electrones en los led, pero tan importante como esto es el diseño de esos «radiadores» situados en el interior de los faros. El calor en los leds está en la zona posterior de su placa, no en el punto de iluminación, de modo que puede producirse el empañamiento del interior de los faros. Para evitarlo se trata de enviar calor hacia delante, conductos que incrementan la presión del aire para generar aspiración (efecto Venturi)…
• La durabilidad de los leds y que queda certificada por el proveedor hace que no se contemple su sustitución durante la vida del coche —la estimación es, en algunos casos, de hasta 20.000 ó 25.0000 horas de uso—. Los leds se conectan en serie, de modo que si uno falla, es imprescindible cambiar todos ellos y, consecuentemente, el circuito impreso en el que se sitúan.
• Con los leds matriciales es posible conseguir que sean las luces de carretera o largas las que están funcionando durante casi todo el tiempo. Eso es posible porque, para evitar el deslumbrado a los conductores de otros vehículos, se apagan selectivamente unos u otros leds gracias a la ayuda de una cámara. Por tanto, uno de los factores que más cuenta para conseguir el mejor funcionamiento de este tipo de faros es contar con tantos más leds, mejor. Hoy hay sistemas con 8 leds, como el que usan los Opel Astra, por ejemplo; y otros con 84, como los que tienen los Audi A8 o Mercedes Clase S.
• Los intermitentes dinámicos (esos en los que la indicación crece progresivamente) están de moda, sí, pero también son un elemento más securizante. Estudios determinan que, frente a la intermitencia convencional, ésta dinámica permite reconocer mucho más rápida y fácilmente en qué sentido girará o está haciéndolo ya un vehículo.
• En los coches con leds también para las funciones de iluminación de los pilotos se utilizan más diodos que en los delanteros. La razón es que están distribuidos uniformemente justo detrás de los elementos que vemos y dan forma a esa firma posterior. Sin embargo, son mucho menos potentes que los delanteros, siempre muchos menos: en el Tarraco se usan 5 delante por 24 atrás, por ejemplo.
• En los vehículos eléctricos se usarán diferentes leds, para garantizar un consumo de energía aún menor pero, sobre todo, la verdadera evolución estará tan ligada a nuevos diodos como a una sensible mejora de las ópticas. Los reflectores directos y más leds pueden dar los lúmenes que se pueden llegar a necesitar.