Lejos de la carretera
Aprovechemos nuestra oportunidad de conducir el nuevo Evoque, para lo que Land Rover nos ha preparado una complicada zona “off-road” donde comprobar las cualidades diferenciales que se esperan de cualquier modelo de la marca en este terreno. En el tramo de pruebas, ya sean zonas escalonados, pendientes con diferentes superficies de agarre o “cruces de camino” en cuesta, el Evoque se mueve con facilidad para afrontar cualquiera de las subidas y bajadas a las que le enfrentamos. Al volante, piensas que en este terreno rozarás el faldón delantero del Evoque enseguida, pero eso no sucede dado su corto voladizo y sus adecuados ángulos de ataque y salida. Además, las cámaras de que dispone aumentan sus posibilidades para movernos con seguridad al alejarnos del asfalto. Y también, por qué no, para salir de los estacionamientos sin sufrir rozones. La parte delantera del coche dispone de una cámara, contando con otras dos en los espejos exteriores. Pero además de las tres imágenes que confluyen en la pantalla superior central digital, el Evoque también ofrece una vista de 180 grados que alcanza incluso debajo del motor. Sin embargo, no se utiliza grabación en vivo, sino una combinación sintética de las imágenes de las tres cámaras. En nuestra prueba por el complicado trazado que afrontamos llegamos a atascarnos en un punto con el Evoque. "Retroceda un poco y vuelva a probar acelerando con más decisión", me transmite mi instructor. Todo claro. O todavía no: probamos a girar del todo las ruedas delanteras y tratamos con suavidad el acelerador para empujar con el motor solo un poco por encima del ralentí; adelante. El Evoque acaba de exhibir sus posibilidades en un terreno realmente complicado, y ahora nos encontramos una empinada y resbaladiza sección del bosque para terminar la prueba que no somos capaces de superar con éxito. ¿Vamos a terminar así, atascados? No, porque lo estábamos afrontando con demasiada osadía, ¡en el modo de conducción “Confort”! Por lo que cambiamos a Modo “Barro” y luego atacamos con decisión. Realmente ahora nos movemos sin esfuerzo. Para ello el Evoque bloquea el diferencial central y actúa autónomamente sobre los frenos para pasar por encima de las raíces de los árboles, piedras y charcos casi sin sentirlo. Que, ¿cómo he llegado hasta aquí? Pues de una manera sencilla; podemos decir que simplemente con un “clic”. Es sorprendente la eficacia con la que funciona el nuevo software del Terrain Response 2 en la evolución del pequeño Range Rover Evoque, en esta segunda generación que acaba de ver la luz.