SKODA SCALA, SU INTERIOR
Skoda revoluciona su oferta con el Scala, un compacto que sustituirá al Spaceback y que pretende competir de tú a tú con los grandes superventas del mercado.
Sustituirá al Spaceback y pretende competir con los grandes superventas del mercado.
ESCALAR NO ES UN DEPORTE SENCIllo si uno no se lo toma con seriedad. En Skoda saben que la empresa no es sencilla, pero han cogido buenas herramientas, han puesto rumbo al monte y no han dudado en emprender la escalada de una de las montañas más difíciles del momento: la del segmento de los compactos. Y con el Skoda Scala están cerca de hacer cumbre y plantar la bandera de un modelo que viene a retar a los grandes su- perventas del momento, a los que quiere ganar con sus propias armas: estética atractiva, polivalencia y practicidad. Desde luego, tiene aptitudes para ello.
Sin renegar del pasado, Skoda consigue con el Scala ofrecer una imagen mucho más juvenil y dinámica en el interior de sus coches. Todo ello sin olvidar ese ADN que les hizo valedores de ser una referencia en lo que a practicidad y habitabilidad se refiere. El interior del compacto cuenta
ahora con una pantalla flotante muy bien integrada (ejercicio difícil teniendo en cuenta que puede medir hasta 9,2 pulgadas) en un salpicadero donde también destaca una pieza que cruza todo el ancho del habitáculo y juega al contraste bicolor con el resto de elementos. El volante, achatado en la zona inferior, sigue la moda que poco a poco se está imponiendo y el Virtual Cockpit (omnipresente en otras marcas del grupo) se hace presente detrás del mismo. Junto a la palanca de cambios, una botonera permite activar y desactivar algunas de las ayudas a la conducción. Y, desde luego, no olvida al público joven al que irá dirigido el nuevo modelo. Carga inalámbrica del teléfono móvil en las plazas delanteras y doble entrada de puerto USB tipo C (que parece que se impondrá en los próximos años) para los pasajeros traseros. Un habitáculo que no renuncia a la comodidad, con grandes espacios portaobjetos en las puertas, y un amplísimo espacio para las piernas que alcanza cotas de un Octavia, e incluso lo supera en altura. A ello se suma un maletero de 467 litros (1.410 litros con los asientos abatidos), el mayor de la competencia. La ascensión es difícil pero el Scala parece haber elegido una buena vía.