A pagar
Por un lado, Fomento suprime los peajes en autopista, y, por otro, propone el pago por uso de otras carreteras. Objetivo: garantizar el mantenimiento a costa de nuestro bolsillo.
01 Algunas autopistas de peaje serán gratis (es decir, públicas) a partir de 2019.
De hecho, la autopista AP-1, que enlaza Burgos-Armiñón, es ya gratuita desde el pasado 30 de noviembre. Ese día vencía su contrato de concesión con el grupo Itínere pasando a ser pública como ya anticipó el Gobierno que sucedería con más autopistas de peaje. Así, la autopista AP-1 se convierte en la primera vía de alta capacidad levantada en España en régimen de concesión que suprime su peaje y pasa a ser pública y, sobre todo, gratuita. Sin embargo, no será la única. En diciembre de 2019 sucederá lo mismo con la autopista AP-7 en el tramo entre Tarragona, Valencia y Alicante; y con la autopista AP-4 Sevilla-Cádiz. Ambas, pertenecientes ahora al Grupo Abertis, levantarán también sus barreras. Otras tres autopista de peaje, como la AP-7 en el tramo Zaragoza-Mediterráneo, la AP-2 entre Tarragona-La Jonquera, y la P-7 entre Montmeló y el Papiol, terminarán sus contratos en 2021. De seguir la actual política y el actual Gobierno, la promesa sería de eliminarlos.
02 ¿Qué va a suponer la eliminación de los peajes en estas autopistas?
Primeramente, un gran ahorro para los automovilistas que circulan a diario por estas autopistas. Pero si se deja de pagar, ¿cómo se mantendrán estas vías? El Gobierno lo que aún no ha hecho es precisamente informar sobre cómo se acometerá el mantenimiento de las autopistas cuando venzan los contratos con las concesionarias. Según la patronal de grandes constructoras y concesionarias, Seopan, sólo la eliminación del peaje de la autopista AP-1 tendrá un coste al año para el Estado de 30 millones de euros al pasar a ser gratuita. De ahí que "entre en pánico" y no se corte en poner sobre la mesa la necesidad de establecer más peajes en las carreteras españolas, como por ejemplo los nuevos pagos en las vías de entrada a las grandes ciudades como Madrid y Barcelona. Está claro que lo que se quita por un lado, llega por otro.
03 Aprovechando que "el Pisuerga pasa por Valladolid" proponen peajes para acceder a las grandes ciudades como Madrid y Barcelona.
Aprovechando las nuevas iniciativas anticontaminantes y la decisión firme de ayuntamientos como el de Madrid y Barcelona en la lucha contra las emisiones, Seopan ha presentado un informe realizado por la consultora A.T. Kearney, donde asegura que con peajes variables en las entradas a las grandes ciudades se reduciría la congestión entre un 30 y un 50 por ciento en horas puntas, rebajando las emisiones de CO2 en un 15% y evitando hasta 150 horas al año de atasco por conductor. Estos objetivos son muy loables y los datos son esperanzadores, pero no nos engañemos, el objetivo de estos peajes variables también es dotar a las arcas de recursos necesarios que resuelvan el déficit de inversión y mantenimiento en la red. La patronal considera que así se puede dotar, al mismo tiempo que se reducen las emisiones, de nuevos fondos a las administraciones para que lo inviertan en infraestructura.
04 "La única fórmula para garantizar el mantenimiento de las autovías es establecer más peajes".
El Gobierno confía en tener listo antes de que acabe esta legislatura, que como
máximo se puede prolongar hasta junio de 2020, un nuevo modelo de pago por uso de determinadas autovías por las que hasta ahora se circula gratuitamente, con el fin de asegurar el mantenimiento de estas infraestructuras, tal y como a manifestado el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura. Sin embargo, habría que recordarle que estas autovías se han pagado ya con nuestros impuestos (IRPF, EVA...) y que deberían ser mantenidas también gracias a nuestros impuestos convencionales. En la actualidad el mantenimiento de las autovías tiene un coste anual de 11.000 millones de euros y, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos considera que se hace inviable porque cada vez hay más kilómetros (20.000 actualmente) y menos recursos públicos.
05 Toca elegir cuál será la fórmula de pago: peajes blandos, peajes en la sombra, peajes puros y duros...
El Gobierno quiere pasar de la reflexión a los hechos mediante la constitución de una subcomisión específica en el Congreso de los Diputados, en la que participarán el Gobierno, los responsables autonómicos, concesionarias y empresas del sector, expertos y todos los agentes implicados. En política de infraestructuras no se les ocurre "otra vía que no sea la inversión público-privada".
06 Otra solución que está encima de la mesa es implantar más peajes con concesiones a 25 años.
Así lo piensa y lo manifiesta abiertamente la patronal Seopan. Propone la extensión de peajes a toda la red viaria de gran capacidad (autovías y autopistas) con concesiones a 25 años, lo que aportaría al Estado entre 60.000 y 110.000 millones de euros, dependiendo de las tarifas aplicadas.
07 La Unión Europea estudia UNIfiCAR LOS SISTEMAS DE peaje y basar sus tarifas en las emisiones de CO2.
Si los excesos de contaminación van a ser ya motivo de sanción con la existencia de nuevos radares que medirán en carretera las emisiones, y causa también de restricciones de circulación ante nuevas prohibiciones o aplicaciones de protocolos anticontaminación, el siguiente paso será pagar más dinero en peajes a los coches y vehículos menos limpios. Existe un nuevo proyecto que busca unificar los sistemas de peaje en toda la Unión Europea antes del año 2026. El Parlamento comunitario considera así que será más justo el pago en función de la contaminación de los vehículos, cuya recaudación además prevé que luego se invierta e nuevos proyectos de transporte. La medida no sólo castigaría a los vehículos por su contaminación del aire, sino también incluso por su contaminación acústica. Además de esta medida, La UE estudia unificar todas las tarifas de peaje en sus carreteras, para que los próximos años siempre deba pagarse por distancia y no por el tiempo. A España, igual que a Italia, Portugal, Grecia o Irlanda, no le afectaría, pero sí a la mayoría de los países de la Europa del Este, que ahora marcan sus precios por el período de uso.
08 ¿En qué consisten los peajes inteligentes variables para entrar en las grandes ciudades?
Basados en el concepto de que "cuando más tráfico, más se paga", estos peajes inteligentes consisten en el cobro variable y electrónico de una cantidad teniendo en cuenta el tráfico en tiempo real, y estableciendo carriles rápidos en los que se asegura una velocidad determinada, para, así, liberar de vehículos a los carriles gratuitos. Los peajes se pagan de forma electrónica con una pegatina que porta el vehículo, sin necesidad de parar cuando se ingresa en la vía de pago. El estudio traza dos escenarios: el primero se basa en tarifas de 1 céntimo por km para vehículos ligeros y 5 para pesado. El cobro proporcionaría los recursos necesarios para resolver el déficit de inversión en la red tarificada (1.424 millones) y garantizaría el mantenimiento de la misma (40.000 millones en 25 años). El otro escenario, con tarifas de 3 céntimos por km para turismos y de 14 para pesados, permitiría, además, resolver el déficit de conservación y mantenimiento en la red no tarificada (5.200 millones de euros) y proporcionar un pago por adelantado del sector privado al Estado.