SKODA SCALA
Amplio, polivalente y, sobre todo, atractivo. El Skoda Scala irrumpe con fuerza entre los compactos y se posiciona como un rival a batir por diseño y practicidad en su uso.
Irrumpe con fuerza entre los compactos y se posiciona como un rival a batir por diseño y practicidad en su uso.
UNA GRAN OLEADA DE RENOVACIÓN está a punto de tocar tierra en el segmento de los compactos. A la llegada del Ford Focus y a los que están por venir en 2019 (Mazda3, Seat León, Volkswagen Golf o Peugeot 308, entre otros) hay que sumar el debut del Skoda Scala, el nuevo producto de los checos que viene a sustituir al Spaceback y que a partir de mayo espera convertirse en uno de los modelos más competitivos del año que viene.
Aunque la primera toma de contacto con una unidad camuflada, ya muy similar a la de producción, nos dejó buenas sensaciones, con una pisada que sin ser la de otros compactos montados sobre plataformas más grandes sí era superior a sus compañeros Ibiza o Polo (con quienes comparte plataforma MQB A0), las primeras pruebas a fondo no podremos realizarlas hasta dentro de unos meses. Pero con lo que hemos podido ver y tocar, el Scala se presenta como un rival muy duro.
CRECIDO. Este Scala se parece mucho más al interior de calidad e informatizado, pero asequible, que buscan los jóvenes, en comparación al saliente Spaceback. Muy espacioso, las plazas traseras tienen cotas de Octavia y su maletero, de 467 litros, sólo es superado por el Honda Civic (478 litros), que mide 16 centímetros más. Y todo este espacio lo ha aprovechado Skoda para dotar al Scala
de su nueva filosofía de marca, con un lenguaje de diseño más atractivo y moderno pero sin renunciar a su archiconocido Simply Clever. Soluciones que nos hacen la vida más fácil como portaobjetos, guantera refrigerada o un hueco en el vano de la puerta para guardar el paraguas. Sin renunciar a la dotación tecnológica propia del Grupo Volkswagen: Virtual Cockpit con pantalla de 10,25 pulgadas tras el volante y otra flotante entre 6,5 y 9,2 pulgadas (con el atractivo de un marco distinto para cada tamaño) o cuatro puertos USB (dos delante y dos detrás) de tipo C, que probablemente se impondrán en el mercado en los próximos años. Un conjunto que entre acabados y opciones podrá contar con todos los asistentes de ayuda a la conducción y seguridad que ya vemos en otros modelos del grupo, destacando los faros Full LED delanteros y traseros y el sistema de prevención en caso de colisión inminente (desbloquea puertas, cierra ventanillas, tensa cinturones…), entre otros. MÁS GAS... Y menos Diesel. Su popularidad está pasando por momentos complicados y los compradores que hacen menos de 15.000 kilómetros al año ya se piensan mucho su compra. Además, quienes quieran hacer grandes kilometrajes a buen precio también tienen la oferta de GNC (Gas Natural Comprimido). Así, en Diesel estará disponible el 1.6 TDI de 115 CV y 250 Nm de par motor, mientras que en gasolina y gas la mayoría de opciones pasarán por montar un tricilíndrico. En su versión 1.0 TSI, el Scala se podrá elegir con potencias de 95 y 115 CV, si hablamos de gasolina, y se combinará con el gas generando 90 CV en su opción 1.0 G-TEC. El gasolina más potente lo formará el ya conocido 1.5 TSI de cuatro cilindros del grupo, aquí con 150 CV. Todos menos el G-TEC y la opción más modesta del gasolina podrán elegir entre cambios manuales de seis relaciones o automáticas DSG de doble embrague de siete. El de gas sólo se podrá combinar con la caja manual ya mencionada y el gasolina de 95 CV se conforma con una transmisión manual de cinco relaciones. En opción queda la posibilidad de montar una suspensión deportiva que rebaja la altura unos centímetros.