SEGUIMOS PROHIBIENDO
De nada sirve que esta semana conozcamos que hemos avanzado del puesto 13 al 11 a nivel mundial en materia de seguridad vial según datos hechos públicos por la Organización Mundial de la Salud. De nada sirven los esfuerzos realizados en materia de seguridad por los fabricantes ofreciendo coches más seguros y casi blindados en materia de seguridad pasiva y con una seguridad activa que nos podría acercar cada vez más a ese mundo idílico de la conducción autónoma con mortalidad cero. De nada sirven los esfuerzos y civismo de la mayoría de los conductores que logran, pese al incremento del número de kilómetros recorridos en unas lamentables carreteras, que la siniestralidad se mantenga e incluso que caiga ligeramente cuando ya barruntamos el fi nal del año. Todo esto parece caer en el olvido cuando desde el Gobierno se anuncia la oficialidad para la barra libre de los 30 km/ h en las ciudades y en vías de una sola dirección, volviendo a ampararnos en el pan para todos como única solución a un problema que no se soluciona prohibiendo, se soluciona apoyando desde los poderes públicos medidas eficaces como la incentivación para el cambio de un vehículo viejo por uno nuevo infi nitamente más seguro con sus ocupantes y con los otros actores que nos rodean; se soluciona teniendo unos asfaltos cuidados y bien mantenidos, no reventados sin que apenas haya empezado el invierno -peligrosísimos para motoristas, ciclistas y patinetes-; se soluciona invirtiendo en infraestructuras tecnológicamente avanzadas y ya existentes para ayudar a detectar y evitar situaciones de riesgo; se soluciona controlando lo que es más difícil de controlar, distracciones, alcohol y drogas; se soluciona educando no solo a conductores, sino también a todos los usuarios de unas vías cada vez más multimodales pero donde todos deben tener tantos derechos como obligaciones para garantizar una convivencia justa y equilibrada. Se logra con ese sentido común que tanto buscan en los otros pero que no se aplican a sí mismos...