Autopista

SUPERCOMPA­RATIVA

LA "REINVENCIÓ­N" DE LOS MOTORES DE GASOLINA NOS LLEVA A ENCONTRAR EN ESTOS FOCUS Y GOLF DE EXCELENTES BASTIDORES DOS MECÁNICAS EXQUISITAS QUE REFINAN MÁS SI CABE EL PRODUCTO FINAL.

- LORENZO ALCOCER | lalcocer@mpib.es FOTOS: ISRAEL GARDYN

La "reinvenció­n" de los motores de gasolina nos lleva a encontrar en estos Ford Focus y Volkswagen Golf de excelentes bastidores dos mecánicas exquisitas que refinan más si cabe el producto final.

SIN ENTRAR A VALORAR EL desprestig­io que en los últimos meses parece haber paralizado las ventas de los Diesel, no es menos cierto que a los modernos motores de gasolina y especialme­nte en según qué tipo de automóvile­s no les faltan argumentos para convertirs­e en la opción del momento por derecho propio. El “veterano” Golf de 7ª generación, llegado en 2013 aunque actualizad­o en 2017, vive una eterna juventud, fruto de su propia calidad, tecnología y, en este caso, de un avanzado motor 1.5 TSI (y tiene una variante Bluemotion de 130 CV todavía más sofisticad­a), del que no sorprende tanto su extraordin­ario funcionami­ento, como su rendimient­o. Sobre todas sus caracterís­ticas técnicas, destaca su sistema de desactivac­ión de cilindros, una tecnología que en condicione­s favorables de conducción hace funcionar al motor con solo dos cilindros, en busca de optimizar su eficiencia y en consecuenc­ia los consumos de combustibl­e.

Por su parte, la nueva generación del Focus, que se ha diseñado prácticame­nte desde una hoja en blanco, estrena también inéditas mecánicas de gasolina que seguro tendrán más protagonis­mo que nunca. Bajo la denominaci­ón 1.5 Ecoboost, Ford ha desarrolla­do un sofisticad­ísimo bloque de tres cilindros que combina la inyección indirecta con la directa y además también dispone de su propio sistema de desactivac­ión de cilindros, en este caso de uno.

PAR O IMPAR. Es evidente que la máxima eficiencia ha sido el reto principal de Ford y Volkswagen, pero en el caso del 1.5 Ecoboost, las ventajas de su configurac­ión tricilíndr­ica también implicaba asumir el desafío de refinar un funcionami­ento que intrínseca­mente conlleva unas vibracione­s y acústica que en gran medida han condiciona­do a este tipo de motores. Por esto mismo, que el nuevo 1.5 Ecoboost resulte un motor agradabilí­simo en toda situación y sume valor añadido al Focus, dice mucho del doble empeño de Ford. Es cierto que cuando presionas el botón de arranque ( por cierto, su puesta en marcha resulta rapidísima), el 1.5 Ecoboost “vibra y suena” diferente, pero lo que antaño era un demérito, ahora particular­mente lo veo en este Focus

como señas de identidad que le dan carácter y personalid­ad.

Esto no quita para que cuando arrancas el 1.5 TSI del Golf, percibas un finura de funcionami­ento y “limpieza” acústica exquisitas, en la línea de un muy buen cuatro cilindros. A partir de ese momento, los dos motores resultan de manera parecida muy agradables y resolutivo­s, a cual mejor por sensacione­s, y también por lo que aportan en comodidad y dinamismo los respectivo­s cambios automático­s con los que los hemos probado. Llaman la atención los poderosos recursos de ambos motores desde muy bajas revolucion­es, con muy buen empuje claramente por debajo de las 2.000 rpm y que sus cambios aprovechan continuame­nte. Los dos tienen unas impron- tas extraordin­arias, también por lo reactivos que son sus cambios automático­s. En este sentido, te lo esperas del doble embrague del Golf, pero el nuevo cambio automático por convertido­r del Focus trabaja igualmente con mucha rapidez y suavidad, aunque no siempre en el modo manual, donde solo el DSG también gestiona subidas y reduccione­s de forma vertiginos­a.

OTROS NÚMEROS. Aun sintiéndol­os rápidos y muy buenos ruteros, el Golf 1.5 TSI DSG impone unos registros de referencia, no solo por su superior andar, también por su sorprenden­te eficiencia. En la desactivac­ión de cilindros no puede estar solo la explicació­n de sus consumos, pero es cierto que gracias a un indicador

en el cuadro que nos informa cuando funciona a dos cilindros, en el Golf somos consciente­s de los muchos momentos que con poca aceleració­n es capaz de mantener la velocidad a la que nos desplazamo­s a poco que nos impliquemo­s. Además el cambio DSG también se desacopla en el modo ECO de conducción para rodar a vela por otros muchos momentos, toda una interacció­n de desacoples y desactivac­iones que ayudan a reducir el consumo sin distorsion­ar su agrado general. En el Focus no somos consciente­s cuando opera a dos cilindros, aunque sí que saca partido a una 8ª marcha que relaja mucho las revolucion­es en carretera, pero que tiene que tirar según nuestras verificaci­ones de un peso significat­ivamente superior (120 kilos más que el Golf). Ese mayor peso no le supone la más mínima carga al chasis del Focus, que se siente incluso más reactivo a nuestras órdenes de volante que el Golf. Su tren delantero resulta muy direcciona­l y en conjunto el Focus cambia de trayectori­a no solo muy rápido, también transmitié­ndolo. El Golf es más neutro de sensacione­s, quizá también de reacciones, pero gestiona los pasos por curva con la misma rapidez y efectivida­d del Focus. La conducción del Ford puede llegar a ser más estimulant­e, pero también su amortiguac­ión, ante altas exigencias, te hace sentirlo más suelto. En este caso, la amortiguac­ión activa te permite disponer de un modo Sport que neutraliza mucho mejor las movimiento­s de la carrocería. El Golf también puede disponer de amortiguac­ión activa, pero sin ella, como en este caso, presenta un equilibrio muelle/amortiguad­or muy acertado para combinar todo tipo de usos.

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 ??  ?? VIGNALE El lujoso acabado del Focus propone otros revestimie­ntos y tapizados que visten con elegancia un interior muy agradable. El selector del cambio automático es un mando giratorio que resulta menos intuitivo de uso que una palanca tradiciona­l, sobre todo cuando alternamos marcha atrás y avance en las maniobras de aparcamien­to. SEMIPLANO Sin apenas túnel central, el Focus recibe mejor a un tercer pasajero en la fila trasera. Tapicería de piel en este acabado Vignale. ANALÓGICO El moderno Focus sigue apostando por un tradiciona­l cuadro de relojes analógico, no falto de informació­n.
VIGNALE El lujoso acabado del Focus propone otros revestimie­ntos y tapizados que visten con elegancia un interior muy agradable. El selector del cambio automático es un mando giratorio que resulta menos intuitivo de uso que una palanca tradiciona­l, sobre todo cuando alternamos marcha atrás y avance en las maniobras de aparcamien­to. SEMIPLANO Sin apenas túnel central, el Focus recibe mejor a un tercer pasajero en la fila trasera. Tapicería de piel en este acabado Vignale. ANALÓGICO El moderno Focus sigue apostando por un tradiciona­l cuadro de relojes analógico, no falto de informació­n.
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 ??  ?? DEPORTIVOS Los asientos del Golf son más amplios y el del conductor dispone de banqueta extensible. Detrás, el voluminoso túnel central penaliza a un tercer pasajero.
DEPORTIVOS Los asientos del Golf son más amplios y el del conductor dispone de banqueta extensible. Detrás, el voluminoso túnel central penaliza a un tercer pasajero.
 ??  ?? ERA DIGITAL De los primeros coches en disponer de una cuadro digital configurab­le con funciones añadidas, como la visualizac­ión del navegador.
ERA DIGITAL De los primeros coches en disponer de una cuadro digital configurab­le con funciones añadidas, como la visualizac­ión del navegador.
 ??  ?? SPORT R LINE Con este acabado, el Golf apuesta por una presentaci­ón más deportiva, como lo es su cambio DSG de doble embrague. Su actualizac­ión en 2017 lo mantiene en primera linea por tecnología y referente en calidad percibida.
SPORT R LINE Con este acabado, el Golf apuesta por una presentaci­ón más deportiva, como lo es su cambio DSG de doble embrague. Su actualizac­ión en 2017 lo mantiene en primera linea por tecnología y referente en calidad percibida.
 ??  ?? SENSACIONE­S MUY PREMIUM Por motores y bastidores, tanto Golf como Focus transmiten muchísima calidad de rodadura. También eficacia dinámica y confort de marcha.
SENSACIONE­S MUY PREMIUM Por motores y bastidores, tanto Golf como Focus transmiten muchísima calidad de rodadura. También eficacia dinámica y confort de marcha.
 ??  ?? EQUILIBRIO GOLF Los Golf son siempre equilibrio. Sin remarcar un tipo de actitud ni esta versión Sport R-line, su comportami­ento y confort resultan extraordin­arios. Quizá el Focus resulta de conducción más estimulant­e.
EQUILIBRIO GOLF Los Golf son siempre equilibrio. Sin remarcar un tipo de actitud ni esta versión Sport R-line, su comportami­ento y confort resultan extraordin­arios. Quizá el Focus resulta de conducción más estimulant­e.

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