Autopista

SUZUKI JIMNY

Tamaño y ligereza han hecho siempre únicos a los Samurai y, luego, a los Jimny. Y eso no cambia en esta generación, dotada para seguir siendo muy eficaz en campo; pero puesta al día con, entre otras cosas, más ayudas a la conducción.

- LUIS M. VITORIA | lmvitoria@mpib.es FOTOS: MIKAEL HELSING

La cuarta generación es más tecnológic­a pero sin perder lo esencial: robustez, sencillez y unas aptitudes off-road únicas.

HAY ALGO DE LO QUE NO CABE duda: no existe en el mercado otro coche como el Jimny. Si pones encima de la mesa su particular construcci­ón, revisada eso sí con nuevos refuerzos, pero de puro TT —con largueros y travesaños en lugar del casi universal chasis autoportan­te—; su doble eje rígido, la posibilida­d de conectar la tracción total y, luego, optar por una reductora; o sus cotas para moverse por campo —especialme­nte sus ángulos de entrada, salida o ventral, pero también la altura al suelo— tendrás algo que ningún otro fabricante ofrece. Y, desde luego, ni de cerca en un formato como el del Suzuki, casi un kei-car. Incluso si te fijas en el dinero, el Jimny marca diferencia­s.

Su construcci­ón marca su desempeño. Por un lado, el chasis le hace más inmune a la torsión que otros coches y el doble eje rígido, que aporta robustez, permite copiar mejor las irregulari­dades o asegura una altura constante de los bajos respecto al suelo; en tanto que la tracción total conectable manualment­e aporta una motricidad excelente —más cuando está reforzada, como es el caso, con ayuda electrónic­a—, repartida equitativa­mente entre las cuatro ruedas. Además, con la reductora, duplica el número de marchas y permite contar con más par motor a menor velocidad, lo que no está mal cuando hay que superar obstáculos porque el motor 1.5 no da mucho empuje a menos de 2.000 rpm.

De hecho, lo mejor de sí, no siendo muy enérgico en todo caso lo da entre ese régimen las 4.000 vueltas. Quizá, en pro de la simplicida­d y de la globalizac­ión, se haya perdido una oportunida­d de usar uno de sus motores mildhybrid del SHVS y de tan buen rendimient­o.

En el Jimny todo eso se suma a una carrocería que estorba poco cuando se trata de superar obstáculos. También lejana al suelo —20 cm—, de modo que se dificulta más que en otros coches que una piedra que sobresalga del camino, por ejemplo, pueda impactar con sus bajos. Además, los neumáticos tienen un gran perfil y definición campera.

Todo dota al Jimny de una formidable capacidad para moverse ágilmente fuera del asfalto. Así su capacidad de trepar o moverse por caminos abruptos sigue indemne respecto a su antecesor. Hasta se ve aumentada con el LSD que frena por si mismo las ruedas que pierden tracción.

Por supuesto, su tamaño también puede jugar a su favor cuando las condicione­s del camino empeoran respecto a los pocos TT

más grandes; a lo que, ahora, además, ayudan elementos como el HDC, que se activa con el pulsado de una tecla y permite, sólo cuando la tracción total está conectada — 4x4 high o low—, mantener una velocidad baja —unos 10 km/ h— durante un descenso sin necesidad de que el conductor haga nada. Incluso con el cambio en punto muerto. En las arrancadas en pendiente, colabora a hacerlas fáciles la frenada durante unos segundos que nos deja pasar el pie de un pedal a otro.

PRECISIÓN CONDICIONA­DA. Su mayor debe dinámico es que no es muy preciso, ni en carretera ni cuando vamos ligeros por caminos. No ayuda la suave dirección con recirculac­ión de bolas y, sí, más adecuada que la cremallera por campo porque transmite menos las sacudidas que provocan las irregulari­dades del terreno, pero también lenta y que requiere correccion­es. Tampoco colabora la arquitectu­ra de la suspensión; por lo demás, de ajuste firme en su amortiguac­ión por mucho que no evite el balanceo de la carrocería. Aún así es cierto que con los nuevos silent-blocks puede percibirse un incremento de confort respecto al anterior Jimny, mientras que las ruedas tienen una deriva y un agarre que, añadido a lo anterior, dificulta un paso por curva rápido. En los giros, y aún rodando con propulsión —la tracción total sólo serviría sobre asfalto muy deslizante, pues carece de diferencia­l central y se pierde mucha capacida de giro—, el Jimny tiende antes a abrir la trayectori­a que a cerrarla, con el ESP como testigo de la situación, pues su actuación no reconduce en exceso esa tendencia. En cuanto a la capacidad de frenada, suficiente, pero mejor siempre hacerlo con el

ES UNA HERRAMIENT­A ROBUSTA, SENCILLA Y MUY ÚTIL PARA ENFRENTARS­E A RECORRIDOS CAMPEROS

CON LAS AYUDAS A LA CONDUCCIÓN TAMBIÉN LA CIUDAD ES PARA ÉL

coche recto si es muy intensa, para evitarnos desestabil­izaciones.

El motor cumple, pero sin alardes, y tanto más lo hará cuanto más trabajemos sobre el cambio, rápido, casi de tacto metálico y recorridos cortos, pero con alguna aspereza, si bien nada comparable con la dureza que a veces se siente al manejar la caja de reducción. En quinta, su marcha más alta, tiene un desarrollo corto, de 31 km/h por cada 1.000 rpm que hace añorar una sexta. Esta caja, además, carece de Start/Stop. Estas ausencias no ayudan, por tanto, a rebajar el consumo.

Pequeño por fuera, también lo es por dentro, incluso con un maletero testimonia­l. Cuando menos éste tiene la posibilida­d de crecer bien regulando la inclinació­n de los cortos respaldos — 48 cm— entre 92 y 112º o abatiendo uno o las dos parte simétrica — el Jimny es un cuatro plazas— que, en el acabado más alto, tienen en su envés un revestimie­nto de plástico. Bajo el piso de ese espacio de carga damos con un cajón fácilmente extraíble, llegados el caso, con capacidad para unos 16 litros. En esta zona hay una toma de 12 voltios, un plafón de luz y no hay ganchos, aunque pueden adquirirse de diversos tipos como accesorios.

Entre lo más novedoso está la inclusión de faros leds o el desembarco de un gran número de ayudas a la conducción en el Jimny, algo en otros tiempos impensable y que refuerzan, junto a su tamaño, su uso en ciudad, por ejemplo. Tiene, así, una alerta de colisión o atropello, incluso con actuación sobre el freno, o una de salida de carril, sistemas que se desactivan al selecciona­r la reductora. También cuenta con cámara de reconocimi­ento de señales de tráfico o una alerta de fatiga. Una pena que, ni el nivel más alto, tenga sensores de aparcamien­to o una cámara de marcha atrás.

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 ??  ?? MARCANDO CARÁCTER Ni rastro de plásticos blandos en un salpicader­o de disposició­n muy vertical: todos son duros, pero encajados con gran solidez. El volante multifunci­ón sólo se mueve en altura y, no mucho, 4 cm.
MARCANDO CARÁCTER Ni rastro de plásticos blandos en un salpicader­o de disposició­n muy vertical: todos son duros, pero encajados con gran solidez. El volante multifunci­ón sólo se mueve en altura y, no mucho, 4 cm.
 ??  ?? MALETERO NECESARIAM­ENTE AMPLIABLE El maletero es mínimo, y no tiene ni bandeja que lo tape. Llega a 540 l si abatimos los respaldos. CONDICIONA­DO Estas banquetas —como las traseras, cortas— no tienen modificaci­ón en altura y su recorrido longitudin­al es escaso. Para no perder las regulacion­es la mejor forma de acceder atrás es por el lado del copiloto.
MALETERO NECESARIAM­ENTE AMPLIABLE El maletero es mínimo, y no tiene ni bandeja que lo tape. Llega a 540 l si abatimos los respaldos. CONDICIONA­DO Estas banquetas —como las traseras, cortas— no tienen modificaci­ón en altura y su recorrido longitudin­al es escaso. Para no perder las regulacion­es la mejor forma de acceder atrás es por el lado del copiloto.
 ??  ?? HERENCIA MODERNIZAD­A La instrument­ación, con aire a Samurai pero, también, con ordenador de viaje. TODO EN UNA PANTALLA Navegador, control del teléfono, del equipo de sonido y con Apple Car Play.
HERENCIA MODERNIZAD­A La instrument­ación, con aire a Samurai pero, también, con ordenador de viaje. TODO EN UNA PANTALLA Navegador, control del teléfono, del equipo de sonido y con Apple Car Play.
 ??  ?? HOMOLOGADO PARA CUATRO El habitáculo es pequeño, con los ocupantes hombro con hombro y poco espacio a lo largo.
HOMOLOGADO PARA CUATRO El habitáculo es pequeño, con los ocupantes hombro con hombro y poco espacio a lo largo.
 ??  ?? LIGERO, PERO IMPRECISO Por su tamaño es ligero —1.103 kg, aunque un Ignis 2WD y motor de igual potencia pesa 200 menos—, pero también es más impreciso que cualquier SUV. CLÁSICO AL DÍA Su chasis o suspension­es de puro TT —los ejes rígidos, bien protegidos— no son incompatib­les con la llegada de ayudas a la conducción.
LIGERO, PERO IMPRECISO Por su tamaño es ligero —1.103 kg, aunque un Ignis 2WD y motor de igual potencia pesa 200 menos—, pero también es más impreciso que cualquier SUV. CLÁSICO AL DÍA Su chasis o suspension­es de puro TT —los ejes rígidos, bien protegidos— no son incompatib­les con la llegada de ayudas a la conducción.

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