EL FUTURO DE MERCEDES
Mercedes está en pleno proceso de transformación, una metamorfosis que llega de forma paulatina pero sin pausa, con el coche eléctrico como protagonista y una submarca EQ repleta de propuestas.
El fabricante se transforma con el coche eléctrico como protagonista y una submarca EQ repleta de propuestas.
EN 2025, ENTRE EL 15 Y EL 25% DE LA gama Mercedes estará compuesta por coches eléctricos. Y no hablamos de la electrificación por medio de sistemas de hibridación suave, cada vez más frecuentes, ni de híbridos enchufables, sino de eléctricos puros.
EQ es la nueva submarca de electromovilidad de Mercedes, bajo la cual se creará una completa gama de modelos casi tan extensa como la de vehículos convencionales. El primero ha sido el EQC, que muestra la base partida sobre la que se desarrollarán los próximos lanzamientos de la familia EQ, cuyo catálogo en 2020 ya debería disponer de cuatro modelos, EQA, EQC, EQD y EQS, que aumentarán a 10 en 2022.
Basta recordar las características del SUV EQC, que llegará al mercado a mediados de 2019, para tener una idea de la configuración mecánica que tendrán sus hermanos basados en la plataforma eléctrica EVA, que es una adaptación de la actual arquitectura MRA — con ello es posible aprovechar sinergias de fabricación, incluso compartir línea de montaje con las versiones equivalentes no eléctricas—. Dispone de un motor eléctrico de tipo asíncrono en cada eje, que en conjunto le permiten homologar una potencia de 300 kW (408 CV), con un par motor máximo de 765 Nm. La capacidad de sus baterías de iones de litio es de 80 kWh, y con ello consigue homologar una autonomía de más de 450 km en ciclo NEDC. Para lograr mayor eficiencia, en condiciones normales únicamente funciona el motor delantero, optimizado para bajas y medias revoluciones, y en caso de una gran demanda de prestaciones, o al circular a altas velocidades, se activa también el motor posterior, configurado para responder mejor a altas vueltas. Al contar con un motor eléctrico en cada eje, la tracción a las cuatro ruedas se gestiona de manera milimétrica, incluso en pavimentos resbaladizos, lo que permite un control muy preciso de la estabilidad. Respecto a sus prestaciones, necesita únicamente 5,1 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, con una velocidad máxima autolimitada a 180 km/h.
Al tratarse de una arquitectura modular con componentes escalables, la capacidad de las baterías, la potencia y el número de motores pueden adaptarse a cada modelo particular de manera independiente. De hecho, en el caso del EQA debería haber una versión de acceso dotada de un único motor, con menor capacidad de baterías (en principio habría que barajar opciones de 50, 60 y 80 kWh, aunque se superarán los 110 kWh en las gamas superiores) para abaratar costes, pero sin renunciar a una variante más deportiva dotada de dos motores y tracción total, que no necesariamente debería lucir las siglas AMG, pese a que pertenecerá a una línea de modelos eléctricos de orientación más dinámica.
CADA MODELO TENDRÁ DISTINTOS NIVELES DE POTENCIA Y BATERÍAS
La gama EQ se caracteriza por su moderno aspecto y limpieza de líneas, sin apenas nervaduras, y a eso es a lo que tienden los diseños más recientes de la marca de la estrella, que suavizan algunos de sus rasgos en favor de un aspecto más redondeado, sin descuidar ni un ápice la aerodinámica. Que un SUV como el EQC presuma de un coeficiente de penetración de 0,29 Cx es muy buena referencia, aunque es cierto que su rival Audi e tron se queda en 0,28, y tan sólo 0,27 en caso de equipar los retrovisores opcionales mediante cámaras. Eso sí, cabe esperar que las berlinas de la estrella sean referencia, como lo han estado siendo hasta ahora. CONSTANTE EVOLUCIÓN. Dentro de la gama EQ habrá varias berlinas “tradicionales”. Mientras que los EQC y EQA hacen uso de plataformas adaptadas (internamente conocidas como MEA1 y MEA1.5) que comparten elementos con las empleadas en vehículos con motor de combustión, el EQS, previsto para 2020, contará con una arquitectura eléctrica totalmente nueva (MEA2), específica para coches eléctricos, con suelo completamente plano y un uso extensivo del aluminio en su estructura. Por este motivo sus proporciones diferirán ligeramente de sus equivalentes de combustión, como la Clase CLS y Clase S, ya que contará con un morro más reducido, mayor distancia entre ejes y voladizos extremadamente cortos, dando prioridad ab-
soluta a la habitabilidad de su lujoso interior. Como corresponde a un verdadero buque insignia, estrenará un buen arsenal de asistentes de nuevo desarrollo, pero lo más llamativo podría estar en lo relativo al confort de sus ocupantes, tratados con mimo gracias a sensores sudoración y de temperatura corporal en los asientos y monitorización de pulsaciones. El coche adaptará el ambiente interior a las circunstancias, ofreciendo opciones de relajación, o para elevar el nivel de atención del conductor, difusor de diferentes aromas, superficies climatizadas y ventiladas, cristales con oscurecimiento activo, entretenimiento en función del entorno, planificación de itinerarios proactivos según la agenda de sus ocupantes y toda una serie de funciones de conectividad específicas para la gama EQ, incluido asistente personal.
Sin llegar a este nivel de sofisticación, la gama SUV estará representada por los EQB ( previsto para 2021), EQ GLE (2022) y EQ GLS (2023), y a largo plazo no se dejará de lado la tecnología de pila de combustible, como demuestra la recientemente lanzada versión F-Cell del GLC (en principio sólo se comercializará una pequeña serie en Alemania), cuya batería se puede recargar en un enchufe y, durante la marcha, por medio de su pila de hidrógeno.