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McLaren ha cambiado su coche, su estructura, sus pilotos, varios ingenieros, incorporará al gurú de Porsche en LMP1 Andreas Seidl tras la entrada en actividad de James Key, y ha dado un vuelco total al coche y a su filosofía utilizada. De la foto de diciembre 2014 en Woking, con Alonso, Button, Magnussen, Dennis, Arai y después Boullier, no queda más que el asturiano, del resto ni rastro. Mirando atrás se entiende muy bien que la reestructuración comandada por Brown necesite tiempo, y esta temporada debe ser un importante paso adelante, ya que los cambios realizados han de comenzar a dar sus frutos. El coche no tiene nada que ver con las versiones anteriores. Hasta los colores han cambiado, con más azul, que le dan mucha vistosidad y van llegando patrocinadores de pago, como Huski o British American Tobacco, que han buscado una alianza tecnológica con McLaren y aparece en el coche como 'A Better Tomorrow'. Carlos Sainz es la punta de lanza del proyecto McLaren, en el que Alonso siempre está presente en la sombra, como piloto reserva o como probador en los test, algo que si se produce será por sorpresa y sin anuncios. El madrileño, que se ha mudado a vivir a Inglaterra, ha comenzado el trabajo como a él le gusta, poco a poco, integrándose en la nueva estructura, ganándose a la gente con su talente y también “marcando” a su compañero de equipo, su principal rival esta temporada. Carlos ha querido ponerse unas expectativas reales sin lanzar las campanas al vuelo y sin prometer imposibles. “Este es el año en el que he estado más cerca del equipo. He trabajado en el simulador, he visto cómo todos han trabajado a partir de un boceto. Es un nuevo equipo, un nuevo coche, y una nueva filosofía”. Carlos no está exento de un riesgo llamado Norris. Si Lando está a su altura o le supera, será complicado para él. Sus salidas de Toro Rosso y Renault no le ayudarían, pero hemos de confiar en el madrileño y la afición a la F1 en España ha de estar “empujando” a Carlos desde los test de esta semana en Montmeló.