LECLERC AMENAZA

La carrera debería haber terminado como la de 2010, con Alonso por delante de Massa. Un ingeniero de Ferrari me dijo en Australia que en Baréin y China los coches iban a ir muy bien. De Bakú y Montmeló nada. Y cuando le pregunté por la fiabilidad me contestó que ni me preocupara, que era fiable. Las predicciones resultaron ser ciertas a medias: fueron imbatibles en Sakhir, y Leclerc se ha convertido en algo más que una amenaza para Vettel. El alemán parece que volvió a ver los fantasmas que le hicieron perder medio campeonato en Alemania el año pasado. La situación que se logró calmar en Australia era en Baréin imparable. Charles era el dominador del fin de semana y superó a Vettel sin problemas en cuanto se lo propuso. Los italianos están encantados con el monegasco y no se cortan en comentar que esperan ya la llegada de Mick Schumacher, “si está a la altura de la casa”, dicen. Ferrari trabaja de cara al futuro, lo mismo que Mercedes colocando a sus jóvenes en la lista de espera. Red Bull se ha encontrado con un diamante inesperado en Alexander Albon, rescatado in extremis del equipo Nissan de Fórmula E, y ha sumado sus primeros puntos, un rendimiento espectacular ya en los entrenamientos de Barcelona. En Bahréin terminó a 4 segundos de Gasly, que no está dando la talla. Otro que pide paso es Norris: dos calificaciones en Q3 y sexto puesto en una temporada en la que los puntos estarán carísimos, pero McLaren ha dado un paso de gigante. Alonso en la parrilla seguro que tenía algún remordimiento por haberse ido tan pronto.