ADIÓS A STIRKING MOSS
Stirling Moss formará parte en la historia de la F1 como uno de esos pilotos que tuvo mucho menos de lo que se merecía por calidad, arrojo y dotes de equilibrista, siendo Fernando Alonso su versión moderna.
Uno de los pilotos de la Fórmula 1 que tuvo mucho menos de lo que se merecía por calidad, arrojo y dotes de equilibrista.
MOSS NO SOLAMENTE ERA UN gran piloto, sino que poseía todas las cualidades de lo que se denomina un “gentleman driver”. Correcto y educado, tenía muy arraigado el espíritu deportivo que le llevó a quedarse sin título en 1958. Lo perdió por 1 punto, como dos años antes lo había perdido frente a Fangio por 3. En ambas ocasiones las circunstancias ayudaron a sus rivales y amigos: Fangio en 1956 y Hawthorn en 1958. Stirling Moss “colaborando” en el GP de Portugal para que no sancionara a Hawthorn, que en la última vuelta hizo un trompo y recorrió parte del circuito en dirección contraria. Aquella carrera fue dominada ampliamente por Moss más de 5 minutos a Hawthorn (2º). El hecho de que temporada 1 punto más que Moss. Aquel año Stirling ganó 4 carreras y Hawthorn solo 1, pero se llevó el título. Era la cuarta vez que Moss acababa segundo en el mundial. En las otras tres ocasiones fue Fangio el que ganó el título: en la del 56 ganó por 3 puntos de ventaja, los del GP de Italia, cuando le dejó el coche Collins, el suyo se había roto. Si no, el título hubiera sido para Moss.
En los siete años en que participó en la F1 desde - peón en 4 ocasiones -1955, 56, 57 y 58-, y tercero en 1951 y 1961 -2 veces segundo-, fue segundo en el Rallye de Montecarlo de 1952, ganó las Mille Miglia con Mercedes, la Targa Florio, Sebring... Era el piloto total, donde se subía era competitivo y en Gran Bretaña, como ocurrió durante décadas en España con Fittipaldi, la frase con la que se apuntaba a los que iban demasiado rápido en carretera era: “¿Qué te crees, que eres Stirling Moss?”.
EL FIN A SU CARRERA. En 1962 sufrió un grave heridas graves en la cabeza. Aunque volvió a correr rápidamente, ya nunca fue competitivo y se dedicó a gestionar su propio equipo de GT, participando en
Moss era un apasionado de las carreras y estaba subido a un coche siempre que podía. Una vez que se retiró participaba regularmente en carreras de clásicos. En 2016 sufrió una infección pulmonar en Singapur que le tuvo más de cuatro meses en el hospital, y a partir de ahí dejó de realizar apariciones en público.
Uno de los momentos más emotivos de la carrera de Alonso fue en la parrilla de salida del GP de Australia de 2006 cuando llegó hasta su posición el entrañable Moss. Stirling llegó solo, porque quería saludar al campeón en título, al joven que en aquella época rompía moldes y que despertó la admiración de todos siendo capaz de enviar al retiro al propio Michael. Stirling tenía entonces 76 años y estaba en plena forma. Allí estaban reunidos dos pilotos con las mismas ansias de victoria, con la misma pasión y las mismas ganas de superarse a sí mismos. En la época de Moss era habitual que los pilotos corrieran diversas competiciones en la misma temporada, había menos carreras.
sin duda ese es Moss, que no llegó a competir en
Indianápolis a pesar de que la carrera americana era puntuable para el mundial en aquella época. Al contrario que el británico, Fernando logró dos títulos, pero también acabó segundo en cuatro ocasiones, pero, como Moss, perdió el título por 1 punto en 2007 y se quedó a 3 en 2012. Al margen de las coincidencias, Fernando inició su andadura en otras categorías, siendo el único piloto de los tiempos modernos en saltarse una carrera (Mónaco) para correr en Indianápolis. Fernando una vez que dejó la F1 ha tenido una brillante carrera ganando Le Mans 2 veces y Sebring, carreras en las que también corrió Moss en sus tiempos de piloto de F1. Ahora le espera el reto de Indianápolis en agosto y el otro gran reto que no es otro que el Dakar, eso si no se reengancha a la F1. Así Fernando tiene en Renault su refugio y su marca fetiche, con la que fue campeón y con la que volvería a la F1, si es que hay campeonato y según qué calendario.
Para Moss estar subido a un coche era su sueño de cada día y se podría decir que el de Fernando también lo es.