No hay dinero
La debacle económica afecta a todos los sectores y en todos los países. En consecuencia, las grandes empresas globales que se anuncian en la estática o en los monoplazas ya han enviado a sus abogados a cancelar o en el mejor de los casos a renegociar los contratos en vigor. Los equipos no tendrán más remedio que ser exibles y aceptar lo que viene. l que no lo haga, probablemente no cobre nunca, afronte gastos de abogados y sentará un mal precedente que puede ahuyentar a futuros patrocinadores. Por lo tanto tendrán que aceptar los acuerdos que les planteen y adecuar sus presupuestos a los nuevos tiempos que se avecinan. El Paddock Club, de donde Liberty saca unos importantes ingresos anuales, será víctima de las reducciones de presupuestos globales. Ahora mismo y al menos en este año, las empresas no van a hacer dispendios ostentosos. A cualquier compañía a la que le planteen gastarse 6.000€ por invitado para acceder al Paddock Club, va a decir que “muchas gracias”. Ni los propios invitados, normalmente CEO de grandes compañías o gente relevante del mundo empresarial, van a estar con ganas de ir a un evento donde se congregan personas de todo el mundo, ya que perdurará aún el miedo al contagio.