Bélgica se cancelará, y ¿quién empieza primero?
Tras el anuncio del Gobierno belga de que hasta el 31 de agosto no habrá eventos con aglomeración de gente, lo que incluye de hecho la suspensión del GP, no hay a la vista nadie que haya dado un paso adelante para organizar la primera carrera de la temporada, nadie la va a hacer a puerta cerrada. Para hacerla, Liberty debiera dejar el canon gratis y alquilar el circuito asumiendo la promoción de la carrera. De esa forma, al menos contentaría a las televisiones, que se plantean romper los contratos millonarios. Hacer una carrera así acarrea unos gastos increíbles pero podría salvar también la cara de los equipos frente a algunos patrocinadores. El turismo internacional no remontará hasta el año que viene, porque el miedo no se va a ir cuando acabemos el encierro, y la F1 es promoción turística, algo que ahora
mismo no es una prioridad para muchos gobiernos, como el de Cataluña por ejemplo, ya que no se sabe si acudiría público o no. Hay una serie de naciones que costean el GP que sí podrían asumir el reto, incluso a puerta cerrada. Vietnam, Rusia, Singapur, Azerbaiyán, Bahréin, Abu Dhabi y China podrían conformar una temporada a la que habría que añadir una carrera en América y una en Europa para poder cumplir todos los contratos. ¿Quién iba a acudir a estas pruebas? Probablemente casi nadie, pero si los gobiernos pagan, Liberty salvaría los muebles, aun asumiendo el coste de una carrera en América y la de Europa, que podría ser en Silverstone para abaratar costes, haciéndose en septiembre en lugar de Italia, y después arrancar una gira mundial “low cost”, sin desplazamientos marítimos.