Audi Q5
Nadie debe buscar en el Audi Q5 el Tiguan de Audi. Para nada. Pese a ciertas aproximaciones en sus ciclos de vida, su disposición de motor longitudinal lo diferencia del fabricado con la plataforma MQB y seguirá siendo así en su actualización, prevista para final de año y bien pudiera retrasarse hasta principios de 2021. Podrá verse entonces un renovado Audi Q5, caracterizado por alguna modificación estética, fundamentalmente centrada en la parrilla delantera, grupos ópticos y un paragolpes con entradas de aire evolucionadas, mejoras de equipamiento. En este sentido ganarán peso elementos compartidos con el de A4, con la tecnología de control por voz y gestos como propuestas de gran impacto. No debe ser menor la mejora en los sistemas de asistencia a la conducción ni el aumento en la electrificación.
Aparecerán dentro de la gama variantes de hibridación suave y 48 voltios además de un híbrido enchufable basado en el atractivo el Q5 55 TFSi estrenado en verano de 2019. La similitud mecánica puede ser grande aunque podría mejorar los registros de autonomía eléctrica, por encima de los 40 km, y podría superar los 367 CV de potencia máxima conjunta.