Dos modelos con alma
El 600 motorizó a la clase media española. El Ibiza supuso la ruptura de Seat con Fiat y el arranque con el Grupo Volkswagen, lo que marcó para bien su futuro. ¿Quién no conoce a alguien que no haya tenido o tenga uno de estos emblemáticos modelos? El 600 técnicamente no aportó nada especial, pero sirvió en todos los terrenos, como berlina familiar, comercial, taxi, escuela e, incluso, coche de carreras. Empezó, en 1957, siendo un modelo caro, al que se accedía casi por recomendación. Pero la hábil política comercial de Seat y el despegue económico de los años 60 lograron que el Seiscientos terminase colándose en los hogares y en el ideario de los españoles. Desde 1984, el Ibiza -diseñado en colaboración con Giugiaro (carrocería) y Porsche (motores)- se convirtió uno de los pilares del éxito de la compañía. Hoy sigue ocupando los primeros puestos de ventas.