Está vivo gracias a la Virgen, dijo Fangio
Luigi Faglioli, ganando seis de las siete carreras disputadas. La única que no ganaron fueron las 500 millas de Indianápolis, que en esa época, y hasta 1960 puntuaban para la F1. El hecho de contabilizar solamente cuatro resultados de las siete carreras, hizo que Indy no entrara en los planes de los equipos que corrían la F1. Aquel año de 1950, en la última carrera de la temporada, en la que Farina resultó ganador, los dos contendientes por el primer título, el italiano y Fangio, estrenaron coche, el Alfa Romeo 159 que era una evolución del 158. Luigi Faglioli pilotó el único 158 presente en Monza.
DOMINIO DE ALFA. Al año siguiente Alfa Romeo volvió a dominar la escena sin problemas gracias al 159, cuyo motor desarrollaba ya 450 CV y en la última carrera en el circuito de Pedralbes en Barcelona, que discurría por la hoy céntrica calle de Numancia, se adjudicó el título Juan Manuel Fangio, por delante de Ascari y González. Ese segundo año podía haber sido el del segundo título de Farina, pero acabó solamente cuarto después de dos abandonos consecutivos, siendo superado por Ascari y González, mientras Fangio - nal de su segunda temporada Alfa Romeo se despedía de la F1 para un largo periodo de tiempo, regresando a - pués ya en 2019, siendo la marca un mero patrocinador de Sauber, aunque el equipo pasó a llamarse Alfa Romeo Racing.
EL PRIMER GANADOR DE LA HISTORIA. Giuseppe Farina, más conocido como Nino, nació en Turín el 30 de agosto de 1906. Fue uno de los pilotos italianos más célebres, pero sobre todo fue el primer campeón de F1, arrebatando ese honor a Juan Manuel Fangio, que acabó segundo en la primera temporada a solo tres puntos del italiano. Farina, que era abogado, venía de una de las familias de carroceros de Turín más importantes de la Italia. Farina, después de dos años en Alfa y por Ferrari en 1952 y permaneció con los del Cavallino hasta 1955, corriendo en F1 y en Sport. El italiano, de quién Fangio dijo que “solo la Virgen le permite estar vivo” dada su conducción agresiva, falleció en carretera cuando iba al Gran Premio de Francia en Reims en 1966, poco antes de cumplir los 60 años.
La presencia de Indianápolis en el campeonato durante once ediciones, de 1950 a 1960, no sirvió de gran cosa para los equipos que participaban en la F1, ya que la cita americana fue obviada por todas las escuderías que veían imposible hacer frente a los especialistas americanos. Lotus se decidió a participar en Indy cinco años después, cuando ya no era puntuable para la F1 y logró la victoria en su único intento. De hecho, hasta la victoria de Clark en 1965 ningún campeón de F1 había logrado ganar allí. El escocés ganó en Indy
en el mismo año de su segundo título de F1, algo que tampoco ha logrado nadie en la historia.Graham Hill ganó en Indy un año después que Clark, al volante de un Lola cuando ya había sido campeón del mundo de F1.
El dominio de Alfa Romeo en las dos primeras temporadas no le sirvió para ganar todas las carreras, debido a las inefables 500 millas. El hecho de que no se contabilizaran todas las carreras hacía que Indianápolis se quedara fuera de los calendarios de las escuderías de la época.
Nunca ha habido una temporada en que un equipo haya ganado todas las carreras, y al margen de lo explicado al estar Indianápolis en el calendario, solamente McLaren en 1988 estuvo a punto de hacerlo, pero en Monza ganó Berger con el Ferrari, gracias a que Schlesser echó de la pista a Senna que estaba en condiciones de ganar la carrera.
La reglamentación técnica en cuanto a la cilindrada en los dos primeros años de existencia del campeonato estaba establecida con un máximo de 1.500cc con compresor y 4.500cc sin compresor. El sistema de puntuación desde 1950 hasta 1959 solo otorgaba puntos a los cinco primeros, 8, 6, 4, 3, 2 y un punto a la vuelta rápida.