¿BUENOS DATOS?
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó hace unos días el balance de la siniestralidad vial en los meses de julio y agosto. El número de fallecidos en accidente de tráfico ha descendido un 6 por ciento con respecto al verano de 2019. Y también ha habido una disminución del 9% de los desplazamientos. Sin embargo, parece que eso solo ha servido para que la operación salida y la de retorno no hayan registrado importante retenciones.
Menos desplazamientos, pero todavía con 202 personas muertas en nuestras carreteras, 153 de las cuales han fallecido en las vías convencionales. Y 28 no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Todos teníamos muchas ganas de salir de nuestra casa, de viajar a ver a los amigos y familia, y el 1 de julio la movilidad por el territorio español ya era total y sin limitación alguna. La prudencia y buen comportamiento que hemos demostrado durante el confinamiento y las fases de la desescalada hacia al nueva normalidad nos lo hemos pasado por el arco del triunfo cuando nos hemos vuelto a poner al volante. Y así ha quedado reflejado en esas cifras que, personalmente, esperaba que fueran mucho mejores. Pensé que todos tendríamos mucha más precaución al viajar en coche, pero no. Y de sobra sé que los conductores no somos los únicos responsables de que se produzcan los accidentes. Todos tenemos nuestra parcela de culpa. Hagamos algo para remediarlo.