Dinámica inteligente
Llegan más funciones con la suspensión neumática Airmatic combinada con el nuevo sistema E-Active Body Control, que eleva la carrocería 80 mm ante una colisión lateral para mitigar los daños personales. Por otro lado, el desplazamiento de los amortiguadores activos que atenúan con mayor precisión cualquier oscilación indeseada, se aprovecha como energía cinética para recargar la batería del sistema E-Active Body Control, que opera bajo una potente red eléctrica de 48 voltios. El sistema Road Surface Scan escanea la superficie del asfalto y el de inclinación activa Curve inclina la carrocería hacia el interior de la curva (como una moto) hasta 3º, en busca de un comportamiento superior en cualquier entorno. Además, Mercedes ha desarrollado dos versiones de dirección trasera, una con un giro de las ruedas posteriores de hasta 4,5º y otra que lo hace hasta unos sorprendentes 10º (limita la medida de los neumáticos a 255/40 R20). Entre 2,8 y 3,5º es lo habitual en estos sistemas, por lo que resulta evidente que Mercedes, sobre todo, ha buscado dotarle de una maniobrabilidad excepcional (5,28 metros mide la versión corta y 5,39 la larga). Mientras un Clase A gira en 11 metros, el Clase S "corto" con la dirección posterior de 10º lo hace en 10,5 metros. A partir de 60 km/h, el eje trasero gira en el mismo sentido para reducir el efecto de rotación y mejorar la estabilidad.