UN CASCABEL PARA OTRO GATO
El debate de las últimas semanas parece girar única y exclusivamente en torno al megavatio hora (MWh), algo importante y decisivo para todos a día de hoy a la espera de la electrificación masiva de la movilidad, pero hemos olvidado otro punto decisivo a nivel presupuestario en nuestro ritmo diario y aún más en vacaciones, cuando más kilómetros hacemos. Hace un año, a mediados de agosto de 2020, pagabas de media al repostar 1,16 euros por un litro de SP95 y 1,06 euros por el litro de
Diesel normal. Un año después el precio medio para el litro de sin plomo está en 1,42 euros y el del Diesel en 1,27 euros
-22,4 y 20 por ciento de subida respectivamente-. Entendemos que los combustibles fósiles estén en franca retirada y que tengan que pagar la fiesta de la electrificación desordenada y caótica que nos va a tocar vivir, pero al final estos precios de combustibles no solo influyen en nuestra economía doméstica y bienestar, sino también en los precios de los productos transportados -IPC-. Terminamos con un importante dato que nos facilita Raúl Morales, director de Comunicación de FACONAUTO: "en los próximos diez años, se venderán en nuestro país unos doce millones de vehículos, de los que diez tendrán todavía un motor de combustión". Dicho queda, aunque parece que hay otros temas más importantes que debatir y solucionar en la agenda política, social y económica.