Con una evolución de 2020
Red Bull quiere interrumpir la dictadura técnica de la estrella de tres puntas, que está acaparando la "era híbrida” desde 2014. El equipo de Milton Keynes ha puesto en pista un coche muy competitivo, en ocasiones incluso superior al Mercedes. Un coche, como se puede ver en el corte del dibujo, aparentemente similar al de la temporada pasada, ya que Red Bull no ha revolucionado el proyecto 2020, sino que lo ha perfeccionado de la mano de Adrian Newey, que sigue aportando mejoras e innovaciones, decididamente superiores a las de la competencia. La inclinación hacia adelante sigue estando más presente que nunca, como una de las características de los Red Bull, algo que otros intentan imitar, pero que no logran dar con los buenos resultados de los coches de Newey. Estos coches son más complicados de pilotar y están enfocados al estilo de pilotaje de Verstappen, por lo que sus compañeros de equipo tienen que lidiar con unos monoplazas de comportamiento muy diferente al resto en la parte delantera.