La falta de coches va para largo
Se está haciendo lo posible y lo que no lo es tanto para que los clientes (muchos) tengan cuanto antes sus coches (pocos). Esa es hoy la situación del mercado del automóvil en España debido a la falta de semiconductores (microchips), esos minúsculos componentes que tienen medio paralizada la industria del motor.
Y cuando preguntas en las marcas sobre las consecuencias de esta situación, casi todas comentan lo mismo: los concesionarios están “desesperados” porque tienen clientes pero no coches para vender. El mundo al revés. O no saben darle un plazo exacto de cuándo podría estrenar el vehículo si lo encarga ahora. En Faconauto, la patronal que agrupa a los concesionarios, Raúl Morales, explica que “muchos clientes se están mostrando cada vez más comprensivos con esta situación y están dispuestos a esperar por su vehículo. En cualquier caso, la incertidumbre es grande, porque no hay un horizonte claro de cuándo volverá a haber coches en el mercado, lo que aboca ya a los concesionarios a repetir en el presente ejercicio un nivel de ventas tan bajo como en 2020”.
Una situación con la que están de acuerdo desde Anfac, la patronal de los fabricantes, donde Noemi Navas es tajante: “no esperamos que la escasez de chips tenga una solución a corto plazo”.
Esta situación de escasez ha empujado a las marcas a incorporar soluciones creativas para intentar paliar la sequía de semiconductores. Algunas han recortado su flota interna y han cancelado la renovación de los coches de empresa: todo lo que se produce debe ir al cliente final. Otras, además, reconocen que han comenzado a eliminar algunos extras de su oferta para poder así poner más coches en el mercado. Un ejemplo: eliminar de un determinado nivel de acabado los avisadores acústicos de ayuda al aparcamiento. Si jamás se dejó escapar a un cliente, hoy menos todavía.