LÁSTIMA EL HALO
Los accidentes como el sufrido por el hijo de John Surtees han servido para mejorar la seguridad en los circuitos y los monoplazas. En el caso de la muerte de Henry, un neumático de 25kg fue contra su casco a una velocidad de casi 210 km/h. Una semana después en el GP de Hungría, un muelle de solo 800 gramos que se quedó olvidado en un pontón del coche de Barrichello golpeó en el casco de Felipe Massa penetrando y causándole lesiones. A raíz de estos accidentes, la seguridad se ha incrementado, con los cables que sujetan los neumáticos para evitar que se desprendan del monoplaza, y la implantación del halo, que tan poco gustó en un principio porque “afeaba” los monoplazas. Poco después del accidente de Henry Surtees, su padre afirmó: “He estado involucrado en programas de desarrollo de pilotos jóvenes… Siento que debo ayudar a hacer el deporte más seguro, y así tener la certeza de que accidentes como el de Henry no vuelven a suceder”. La realidad es que el halo tardó 9 años en llegar a la F1 y que se espera que el año que viene llegue a la F4, es decir 12 años después, lo que dice mucho de la lentitud de la FIA en algunas cuestiones fundamentales para la seguridad de los pilotos. A pesar de su avanzada edad supo sobreponerse a la sus deseos de seguir vinculado al automovilismo deportivo hasta el P la ayuda de Bernie Ecclestone que a lo largo de su gestión al frente de la F1 siempre supo valorar y sobre todo dar protagonismo a los grandes campeones de la historia de la F1. De esa forma revivían momentos mágicos para ellos y la