Clio E-TECH vs Yaris Hybrid
No busques más porque no hay más híbridos en este formato. ¿Especialización urbana? Para nada. Si Toyota ha sacado al Yaris de su zona de confort convirtiéndole en un "mini Corolla" por actitudes y solvencia de chasis, Renault ha "acomodado" al solvente Clio en la jungla urbana sin efectos colaterales fuera de ella. Reyes de la eficiencia, con registros históricos en nuestra base de datos —ojo a esos 2,67 l/100 km del Clio E-TECH en ciudad—, son los pequeños grandes matices lo que hacen de uno y otro modelo la compra maestra según tus necesidades.
LO QUE EMPEZÓ SIENDO UN CAMBIO progresivo se ha ido acelerando en el último par de años. El Diesel ya es anecdótico en esta categoría, la horquilla de potencias en gasolina se ha ido estrechando entre los 90 y 120 CV y las soluciones buscando etiqueta ECO por microhibridación no cuajan —pocas opciones y alto diferencial de precio para pocos beneficios tangibles—.
¿Hitos? Sí, los tienes delante: uno es el Yaris en sí mismo, como producto; el otro es la nueva tecnología E-TECH de Renault. Todo un cruce de caminos, además. Toyota ha logrado que el Yaris se parezca más al Clio en cuanto a concepto de utilitario, pero en general, y salvo contadas excepciones, toda su nueva gama de modelos esconde una transformación en cuanto a personalidad y afinación de chasis, siendo el Yaris el mejor ejemplo de ello. Renault, por su parte, acecha a Toyota por su creciente oferta de modelos híbridos
NUEVO RÉCORD EN NUESTRO CENTRO TÉCNICO: ¡2,67 L/100 KM! DE CONSUMO URBANO PARA EL CLIO E-TECH
y rendimiento real de sus novedosas soluciones de electrificación. Su eléctrico ZOE, su experiencia en competición y su laboratorio rodante Eolab se han diseminado en variantes híbridas, Plug-In o una nueva generación de eléctricos puros con soluciones de lo más innovadoras..., aunque a Toyota es difícil pillarle con la guardia baja. Lo intentaron los coreanos con su primera generación de híbridos de formato y precio más popular —Niro o Kona—, pero sin asumir grandes riesgos en cuanto al concepto de su tecnología. E-TECH, en cambio, supone un nuevo y ambicioso giro en cuanto a planteamiento, aplicando soluciones hasta ahora inéditas, como lo es su singular combinación de motores eléctricos y novedosa transmisión sin embrague y, ¡Eureka!, funciona. Demuestra su afinado rendimiento real con datos —Clio E-TECH ha marcado el mejor registro de consumo urbano desde que tenemos Centro Técnico... hace ya más de medio siglo—, pero también con muy buenas sensaciones, asociándose a un motor térmico de mínima complejidad, pero robusto y con mínimo mantenimiento, algo que Renault consideró como parte de la estrategia para desarrollar híbridos asequibles, aunque a cambio el sistema lo ha compensado con una de las tasas de electrificación —en cantidad de momentos eléctricos— más alta entre híbridos de rendimiento semejante; ahí reside, en parte, su eficiencia global. Toyota aporta, por su parte, toda la nueva artillería de su sistema Dynamic Force de nueva generación, incluyendo baterías de iones de litio, evoluciones en sus unidades eléctricas o un nuevo motor de 1.5 litros y 3 cilindros que, para lo bueno o para lo malo, pasa a ser protagonista indiscutible: más "pegada" mecánica y prestaciones más polivalentes que antes, pero también cierta irregularidad de giro que restan refinamiento al sistema cuando este 1.5 litros deja de estar latente a baja velocidad. También ha mejorado enormemente su transmisión e-CVT, pero sin llegar
a ofrecer la naturalidad de conducción que ofrece la transmisión del Clio, con cuatro marchas con puntos de cambio que proporcionan caídas de régimen, pero bien asistido por par eléctrico para llenar debidamente esos puntuales vacíos. En carretera, quizás el Clio E-Tech no llega a alcanzar la eficiencia de su mucho más ligero rival, pero el valor añadido del modelo francés llega en forma de sensación de coche mayor por aplomo, más refinado por funcionamiento y claramente más ágil por prestación.