Va en serio

El Born supone el siguiente paso en la consolidación de Cupra. Representa el primer uso de la marca de la plataforma modular eléctrica MEB, el pilar a partir del cual “sólo” había que aplicar un trabajo ingente de estilo, de desarrollo de una personalidad y una puesta a punto dinámica que le permita ser todo un Cupra.

Ha sido reinterpretada en clave de compacto con 4,32 m de longitud y una altura de 1,54 que, si bien resulta grande para un turismo, queda explicada por la batería que ocupa en el piso del habitáculo. Ésta es inicialmente de 58 kWh de capacidad útil, recargable con potencias de 100 kW en continua y 11 en alterna, y se asocia a un motor de 150 kW. Poco se ampliarán la posibilidades con el pack e-Boost, con el que la potencia alcanza — durante 30 s— los 170 kW para lograr un 0-100 km/h de 6,6 s, y el pack Range, con la batería de 77 kWh, que aumenta la autonomía hasta los 540 km, casi 120 más dotándole de carácter ruutero. También se prevé una versión de acceso, con 125 kW de potencia y una batería de 45 kWh. Las especifidades del Born son notables.

Una dirección más rápida, una suspensión más firme y rebajada especto del ID.3 —15 mm delante y 10 detrás— y la opción de una monta de neumáticos de hasta 235/40 R20, acompañados de unos discos delanteros de mayor tamaño y una desconexión total del ESP que se suma a los modos On y Sport.

CARÁCTER CUPRA No sólo una equilibrada apariencia deportiva, el Born también esconde el ADN de la marca en su afinación de suspensiones, dirección o tacto general persiguiendo una experiencia de conducción más dinámica que el ID.3.

ID.3, EN ZONA DE RIESGO Primer precio confirmado en la gama Born de 37.500 € para un 204 CV con 58 kWh de batería, precio por el que comprarías un ID.3 de sólo 145 CV con la misma batería y casi similar autonomía.