Sin estridencias
Skoda no ha sucumbido a la tentación de presentar el Coupé como un coche más dentro de la gama y ampliarla de un modo fácil. En cambio ha decidido mantener la denominación Enyaq antes del apellido, quien sabe si para no inducir al despiste de este coche con llegada prevista al mercado en abril aumentando su oferta cero emisiones o para reforzar la familia desde dentro. Su estructura, sus componentes, su estilo, ¡no podía ser de otro modo!, es la del Enyaq, si bien incluye un proceso de adaptación visible a partir del puesto de conducción, con un techo algo más inclinado en su zona trasera y una luneta posterior descendente que facilita una mejor gestión del flujo aerodinámico, con un Cx algo más favorable que facilitaría una autonomía algo mejorada, en unos extremos aún no confirmados por Skoda.
Sí es oficial, en cambio, que el Coupé ofertará las baterías de 58 y 77 kWh de capacidad útil, la pequeña asociada a un propulsor de 132 KW en tanto que la mayor se dará tanto en versión de propulsión, con un motor de 150 kW, como integral, con un segundo propulsor de 80 kW sobre el eje delantero que, a costa de una menor autonomía, anuncia una capacidad dinámica superior, con una mejor aceleración de 0 a100 km/h por debajo de los 7 s, como sucede en el Enayq 80x.
A fata de confirmación de los últimos datos, se sabe que el maletero perderá algo de capacidad —se queda en unos muy buenos 570 l— y que podrá recargarse hasta a 11 kW utilizando corriente alterna y 125 kW suministrado desde una estación de corriente continua.