Sabor agridulce
Pero más dulce que agrio, seguro. Audi Sport llegaba a su primer Dakar sin haber probado su coche en condiciones de carreras, y las dudas y la incertidumbre sobre la fiabilidad mecánica en una carrera tan larga estaban en el aire. Haciendo un balance de toda la prueba, y a pesar de que el primero de los Audi esté en la novena plaza (Ekström), el equipo se vuelve a Alemania con la seguridad de tener entre manos un coche fiable y rápido, especialmente en las dunas, capaz de ganar una especial ya el cuarto día de carrera y otras tres etapas más en la segunda semana. Los problemas más grandes han estado relacionados con el exceso de peso del prototipo, unos 160 kg de más, que seguro que han tenido un efecto directo en las suspensiones. Vimos varias veces a los pilotos de Audi parados con problemas en los amortiguadores durante la primera semana, pero no porque la intrincada mecánica eléctrica de autonomía extendida fallase. Sainz, con dos victorias de etapa, Peterhansel y Ekström, con una cada uno, ya saben cuáles son las prioridades para este año que queda para el Dakar 2023. Desde el principio del proyecto, se habló del “gran reto” que suponía para todo el equipo. En el pasado, los alemanes ya habían demostrado su enorme capacidad de desarrollo con proyectos de este calado: por ejemplo, con sus históricas victorias en Le Mans con un coche Diesel y uno híbrido. Ha sido la marca que abre el camino hacia un Dakar más sostenible, con la vitola de ser la primera marca en ganar una etapa con un eléctrico. Carlos Sainz, en la presentación de su coche en España, se atrevió a plantear el ¿por qué no pensar en luchar por la victoria? Si bien fue muy cauto en las jornadas previas al comienzo del rallye, ahora vemos que no andaba muy desencaminado y ha terminado el rallye "satisfecho" con el coche, del que reconoce haberse "defendido bien en todas las circunstancias".