DESDE DENTRO

Poder vivir un Dakar en directo, aunque sea durante unos pocos días como en nuestro caso, es una experiencia que no se vive todos los días. Ver a los coches en acción en las etapas, en las dunas, en la arena, en los largos caminos del desierto de Arabia Saudí… pero también las motos, los enormes camiones, los “juguetones” buggies ligeros… es algo que se queda en la retina de cualquier aficionado a la competición. Pasear por el enorme vivac, ver los coches de cerca y poder charlar con pilotos y copilotos es una experiencia todavía más enriquecedora. Y todo ello, en un ambiente y un país tan “particular” como lo es Arabia Saudí. Allí pudimos ver de cerca, por ejemplo, la llegada a la meta de la polémica primera etapa: aparecieron Al-Attiyah y Loeb derrapando en una bajada de montaña y ya nos quedó claro quien había sido el ganador de la especial. Sin embargo, lo que no esperábamos era estar esperando media hora, una hora, dos horas… y no ver aparecer a los Audi. Lástima que en la primera especial se trastocara de esa forma la clasificación general, sobre todo después de ver la gran fiabilidad y velocidad que han demostrado los Audi en su primer Dakar. Espectacular Nasser, sí, claro vencedor de un Rally Dakar en el que ni siquiera tuvo que apretar durante la segunda semana; pero también espectaculares los ingenieros de Audi Sport que han desarrollado –y de qué forma– en tiempo récord este eléctrico de autonomía extendida tan complejo. Y no nos olvidamos del papel fundamental de un tal Carlos Sainz en dicho desarrollo. El “Matador” ha contribuido, una vez más, y ha llevado el peso en la creación de otro coche ganador. Cuidado con ellos en el Dakar 2023…