En nuestro caso, este Kia Sportage 1.6 T-GDi dispone solo de dos modos de conducción, ECO y SPORT,
más deportivo, que se nota ligeramente en la respuesta del acelerador y la transmisión. La diferencia entre ambos modos es ligera ya que el modo ECO no retiene demasiado. El cambio es automático de seis velocidades que se acciona con un dial circular by wire ubicado en la consola central. También es posible el cambio de marcha con las levas ubicadas a ambos lados del volante. El cambio de automático a manual es inmediato al presionar la leva correspondiente. La versión híbrida como la que conducimos del Kia Sportage 1.6 T-GDi Hybrid homologa un consumo de 5,6 litros según la legislación WLTP. En nuestra prueba de conducción de algo más de 200 kilómetros hemos obtenido un consumo medio que ronda los 7,0 litros, ahora bien, ha habido mucha conducción por autovía, viéndose penalizado el resultado, siendo en la conducción por carreteras a una media de 80 o 90 km/h un consumo más cercano a los 6,5 litros. El acabado GT–Line como el que conducimos en versión 4x2 cuesta 40.226 euros (43.826 en versión 4x4), pero el híbrido más económico parte de los 31.450 euros.