One Motion Grip. Así funciona
La nueva dirección por cable toma la información de la dirección del volante y la información de la superficie de la carretera que le llega a través de los neumáticos, para transmitirlas directamente mediante señales electrónicas.
No hay conexión mecánica ni la tradicional columna de dirección. En su lugar se usa una conexión eléctrica para enviar las señales del volante a las ruedas. El resultado es una respuesta instantánea y un control de la dirección más preciso.
Gracias a la ausencia de conexión mecánica entre ruedas y volante, se ha podido optimizar la relación de desmultiplicación en función de la velocidad del vehículo. Con la nueva dirección han buscado mayor sensación de control, un comportamiento más fiel.
Solo se necesita un giro de 150 grados (menos de media circunferencia) para hacer un giro completo a la izquierda o a la derecha, por lo que no hay necesidad de dar vueltas al volante y hacer giros de mano sobre mano como ocurre cuando manejamos el volante convencional.
Dado que la relación de la dirección puede modificarse en función de la velocidad del vehículo, en situaciones de baja velocidad, como por ejemplo intersecciones o aparcamientos, la buena agilidad se consigue minimizando el movimiento de la dirección, por lo que no tendremos que realizar maniobras bruscas ni giros de mano sobre mano. Es decir, menos esfuerzo al maniobrar en el momento de realizar los giros.
Para situaciones de alta velocidad en las que la estabilidad es esencial, la relación de la dirección se ajusta más alta de lo normal, a diferencia de lo que ocurre en el rango de velocidades bajas y medias.