HACE MÁS DE 30 AÑOS...
En 1991 Renault presenta al público en el Salón del Automóvil de Frankfurt el concept car Scénic, también conocido como "Una invitación a viajar". Un monovolumen compacto con forma de "huevo", muy innovador, que daría lugar, cinco años después, al primer monovolumen compacto del mercado: el Mégane Scénic. Ahora conocido como Scénic, este inimitable modelo superventas se convertiría en un icono.
En los años 90, la moda eran los GTi, coches diseñados para el conductor. Sin embargo, el Mégane Scénic estaba dirigido a familias. El interior incluía cinco asientos individuales, un grado inusual de modularidad, una gran cantidad de compartimentos portaobjetos y un gran maletero. El doble suelo interior ocultaba el túnel de transmisión para dar un suelo plano. Esta característica no era meramente estética: permitía muchos compartimentos portaobjetos ocultos y una posición elevada tanto para los pasajeros como para el conductor. El éxito del Mégane Scénic sería inmediato y rotundo. En 1999, este modelo se independiza con la adopción del nombre Scénic. En 2003, la segunda generación Scénic se convirtió en el único monovolumen del segmento compacto en ofrecer 3 versiones: una versión corta de 5 plazas y dos versiones largas Grand Scénic de 5 o 7 plazas. En el interior, incorporó un reposabrazos central deslizante, un panel de instrumentos central con pantalla digital, una consola central con la palanca de cambios levantada y más de 91 litros de espacio de almacenamiento en el habitáculo.
Con la tercera generación, que apareció en 2009, la e ibilidad se llevó al límite con una segunda fila de asientos plegable, al igual que el asiento delantero del pasajero. Los niveles de luz y la visibilidad se vieron reforzados por los pilares del parabrisas retrasados. El habitáculo estaba bañado de luz.
Y así llegamos a 2016, con la aparición de la cuarta y hasta ahora última generación del Scénic. Con un diseño que recuerda ya más a un SUV y dos versiones de 5 o 7 plazas.