ESPAÑOLES EN LA FIA. CARMELO SANZ DE BARROS
En esta nueva fase que ha iniciado la FIA con Ben Sulayem, la presencia española ha alcanzado una importancia que no había tenido nunca. Carmelo Sanz de Barros, que lleva mucho tiempo en la FIA, es Presidente del Senado del organismo, y mano derecha de Ben Sulayem en muchos aspectos. Fue representante del RACE en el “World Council” y la movilidad, y ahora está al mando del Senado, pero ya no como representante del RACE, sino a título personal y como “delfín” elegido por el propio Presidente. “Siempre tuve muy buena relación con Ben, es un hombre que viene de la competición y creyó que le podía ayudar en muchos aspectos. A la hora de hacer la candidatura quisimos que fuera muy fuerte, que abarcara todos los aspectos que debe reunir la FIA, que no son solo carreras, sino que va mucho más allá, y me pidió que fuera con él como vicepresidente mundial y presidente del Senado para controlar las áreas que se le pueden escapar a un deportista”.
La tarea de Sanz de Barros es muy importante, ya que además de representar al Presidente en algunos actos a los que él no puede acudir, debe gobernar otros aspectos que son tan delicados como la gestión de las finan as, el personal o la movilidad. “Ese es el aspecto menos conocido, pero uno de los más importantes. Hay una parte corporativa importante, como es la gestión de la organización, de las finan as. tro de mis cometidos es la movilidad, ya que la FIA representa a cientos de clubes de todo el mundo que agrupan a cientos de millones de automovilistas. En un momento tan cambiante como el que vive la movilidad y el mundo del automóvil, la FIA entiende que tiene un papel de liderazgo desde la neutralidad que no tienen los fabricantes. Desgraciadamente en los últimos años el anterior presidente, Jean Todt, se había propuesto como objetivo hacer la marca ‘FIA’ muy potente, y a costa de hacer cualquier cosa, en cualquier sitio y a cualquier precio. En plena pandemia la FIA ha doblado el número de personal, han hecho proyectos y competiciones de todo tipo al coste que fuese sin tener control de la situación, y se han presentado las peores cuentas de la FIA en el 2021”. Las pérdidas en los dos últimos ejercicios se acercan a los 50 millones.
“La FIA tiene 39 proyectos activos a la vez que son imposibles de gestionar. En 2014 había 6 campeonatos y ahora hay más de 30, eso ha supuesto un crecimiento desmesurado de la estructura, que era una forma de amarrar votos. En el área del “motorsport” hay 28 comisiones y alguna de ellas tiene hasta 60 personas, y todo esto ha elevado las pérdidas. Aunque somos una organización sólida financieramente y con unas buenas reservas, a este ritmo durarán poco. Vamos a intentar poner orden en la casa, que todo sea mucho más transparente, con una gestión similar a la de una gran compañía. Ni de lejos podíamos imaginar lo que nos hemos encontrado, fruto de la gestión de estos últimos años. Deportivamente hemos perdido el paso y hay mucho trabajo por hacer para reconducir todo, ya que ha habido dejadez de funciones en muchos aspectos”. Ahora la FIA quiere buscar una equidad entre los países en cuanto a movilidad y necesidades deportivas, por lo que Ben Sulayem y Carmelo Sanz, tienen que hacer una FIA igualitaria, cosa que hasta ahora no ha sido el caso.