FIGURA TUTELAR
Si algo distingue a Ferrari entre todas las marcas, además del prestigio, es que cualquiera de sus aficionado conoce a su fundador Enzo errari. a figura del Commendatore es conforme a lo que se puede esperar de un hombre nacido en 1898; capitaneó su empresa contra vientos y mareas en épocas más que difíciles como todo un autócrata. Remitiéndonos a los hechos, consideraba que los errari de calle servían para financiar la competición y no contemplaba que llevaran otro motor que un V12 en posición delantera. Aun así, con el paso del tiempo supo cambiar de opinión para introducir modelos innovadores, aunque les negara el nombre Ferrari como con el ino. Su fuerte personalidad le valió con ictos con sus colaboradores, pilotos e incluso con el Vaticano. Duro en negocios y obsesionado por la competición, Enzo Ferrari era lo bastante pragmático para saber que competir a menudo lleva a la ruina y por lo tanto nunca un Ferrari de competición salió de Maranello si no había recibido el pago. Se lo reprochó Juan Manuel Fangio en alguna ocasión. La muerte de su amigo Alberto Ascari en 1955 le hizo distanciarse de sus pilotos aunque tuvo una estrecha relación años más tarde con Clay Regazzoni y Gilles Villeneuve.
Muy celoso de su privacidad, Enzo Ferrari llevó una vida paralela con su amante, con la que tuvo un hijo, Piero nacido en 1945, que empezó a trabajar en Ferrari en 1969. Enzo lo reconoció 1978, tras el fallecimiento de su esposa. Enzo Ferrari nunca pisó un podio de F1 en su vida, nunca cogió un avión ni se subió en un ascensor...