Efervescencia en Cataluña
AutoRevista arrancaba el año 2016 con una edición protagonizada por la planta de Nissan en Barcelona, que ha ido consolidando su posición con una gama de producto heterogénea, capaz de aglutinar modelos tan variopintos como Pulsar, e-NV200 o el nuevo pick-up Navara. Ya en primavera, después de que se anunciara que el Audi A1 recalaría en Martorell, SEAT, con el Ateca con gran apuesta a medio plazo, estrenado con brillantez en el Salón de Ginebra, anunciaba un todocamino que saldrá de las líneas de Martorell en 2017. La planta se ha actualizado, además con una nueva plataforma, tras un espectacular año 2015, en el que se acercó a las 500.000 unidades fabricadas. Aunque es innegable el beneficioso impacto de dos tractores de la industria de automoción catalana, el tejido de este territorio se niega a volver sus ojos exclusivamente a ambos constructores. Cataluña sigue ofreciendo cada vez más y las empresas ven con buenos ojos la dinámica de mayor conocimiento de su propio entorno, sin olvidar las oportunidades de expansión internacional. Con tres años cumplidos, el cluster de automoción catalán, CIAC, está tratando de apoyar y estimular esta efervescencia. Será interesante ver cuál es el salto cualitativo de un polo como el catalán que cuenta con un innegable potencial para ir más allá.