AUTOMOCIÓN EN ESPAÑA: INDUSTRIALIZACIÓN Y RETOS
España superó los 2,8 millones de vehículos fabricados en 2016, cifra que mantiene a este país como segundo productor europeo y octavo mundial, después de haber ocupado la duodécima plaza en 2012. Nuestra previsión es que se alcancen los tres millones de unidades fabricadas a finales de 2017. Tenemos una situación diferencial sobre otros países europeos, ya que España recupera producción frente a Francia e Italia. La balanza comercial de vehículos registró un nuevo récord histórico con un saldo positivo estimado de 18.500 millones de euros en 2016. El valor de las exportaciones alcanzará los 38.000 millones, teniendo en cuenta que en España se fabrican 43 modelos, 20 de ellos en exclusiva mundial. España exporta el 85% de su producción a 170 países. Sigue siendo un objetivo estratégico potenciar la diversificación de los mercados exteriores, que constituye una de las claves de la fortaleza de la producción en España. Por ello, resulta clave el apoyo de España en la defensa del acceso del sector a mercados exteriores. Entre los retos del sector sigue siendo prioritaria la competitividad, pues en Europa hay 170 fábricas compitiendo por los nuevos modelos que comenzarán a adjudicarse a partir de los próximos doce meses. Se lanzarán 40 nuevos modelos alternativos en los próximos años. Además, Francia, Alemania y Reino Unido están potenciando su política industrial, en muchos casos con medidas específicas para el sector del automóvil en un entorno proteccionista. La industria española tiene que competir en ese entorno y para que no se quede atrás y aspire con garantías a conseguir las nuevas adjudicaciones e inversiones asociadas, deberían potenciarse la flexibilidad laboral y el fomento del empleo; la mejora de los costes logísticos y eficiencia del transporte de mercancías; la dinamización del mercado interior, un impulso la financiación industrial, (especialmente enfocada a la innovación en las cadenas de producción y al concepto de industria 4.0) y, también, una mejora del marco energético. Por otro lado, el mundo del automóvil evoluciona a través de modelos disruptivos en los ámbitos de conectividad, digitalización, conducción autónoma, vehículos de propulsión alternativa... En este escenario disruptivo nuestro objetivo estratégico es crear el entorno que permita asegurar una transición rentable y sostenible, en lo social y medioambiental, del modelo de negocio actual a los modelos de negocios futuros. España debe liderar la transición hacia nuevos modelos de movilidad. Aunque la evolución del mercado de vehículos con tecnologías alternativas en España ha venido siguiendo una tendencia positiva desde 2011, esta dinámica es insuficiente para un país como España. Los vehículos de propulsión alternativa registraron un 2,7% de cuota de mercado en 2016 (0,35% vehículos eléctricos enchufables, 2,3% híbridos convencionales, 0,08% gas natural y 0,11% GLP). Los países que han realizado apuestas claras en incentivos a la compra, fiscalidad y despliegue de infraestructura son los que reflejan mayores cuotas: como Noruega, donde alcanza el 23,3% o Países Bajos que llega al 9,7%. Desde ANFAC tenemos como objetivo estratégico multiplicar por cuatro en el año 2020 la cuota actual de vehículo alternativo para que pase del 2,7% actual al 10,4%”. Asimismo, es necesario poner freno al envejecimiento de un parque de vehículos con una antigüedad media de 12 años y en el que siete millones de vehículos superan los 15 años. Deberían combinarse planes de incentivo a la renovación con medidas fiscales. Para ello, la propuesta es una orientación del mercado a la eficiencia energética, teniendo en cuenta que España (115,3 g CO2/km) está por debajo en emisiones respecto a la media de la UE (119,5).