ESTREPITOSO DESPLOME DE VENTAS
Después del exuberante 2019 con unas consistentes cifras por encima de las 12.300, este segmento cuajó un 2019 nefasto para una caída superior al 32% y un registro de 4.000 unidades menos que el ejercicio inmediatamente precedente. Si en 2019, el magnífico rendimiento de Skoda le había valido el merecido liderazgo en la categoría, en el pasado curso, el desplome de la marca checa, por debajo de las 1.000 unidades, han permitido a Mercedes recuperar el trono en esta categoría. Y eso que la marca de la estrella también se desenvolvió en un camino plagado de dificultades del que se contagiaron la mayoría de las marcas de este segmento. Aun así, la marca de Stuttgart exhibió casi un tercio de cuota de mercado. De la tendencia generalizada a la baja, se libró Audi que resurgió con nada menos que un 15,5% de crecimiento con el que llegó a amenazar el liderato de su rival. La tercera plaza correspondió a BMW, que tampoco se libró de los rigores de un ejercicio que le llevó de las casi 2.000 unidades de 2019 a algo más de 1.400 en el pasado curso. No muy lejos de las 1.000 unidades matriculadas quedó Skoda, que después del portentoso ejercicio que le había llevado a la cima de la categoría, vivió un año en caída libre le hizo abandonar los puestos de podio. No demasiado lejos de la marca centroeuropea estuvo Volvo, en un ejercicio en el que cayó por debajo de las 1.000 unidades en un descenso menos pronunciado que Jaguar. En cuanto a las matriculaciones diésel, que representan casi el 86% de las ventas de este segmento, la pugna entre Mercedes y Audi estuvo reñida al límite hasta el último momento, cuando cayó del lado de la firma de la estrella.
De la tendencia generalizada a la baja, se libró Audi que resurgió con nada menos que un 15,5% de crecimiento
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